La primera vez

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Estudiante en licenciatura en inglés apasionada por el mundo artístico y por las novelas distópicas. Amante de la música y los animales. Fascinada por las oportunidades creativas que el mundo tenga por ofrecerle. Empedernida a cumplir sus sueños como también deseosa de lograr un impacto positivo en la sociedad.

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Aquella interesante vibra fue la que abrió las puertas a un romance cliché.

Esos ojos pequeños pero sonrientes

hacían que mi alma no se sintiera tan corriente.

Momentos marcados por canciones

fue lo que dejaste junto con mis ilusiones.

Me amabas, era lo que decías,

pero ahora dudo de si lo sentías.

Aquella tarde en una hora quince

sucedió lo predecible.

Sudados pero felices, extraños, pero estrechamente ligados.

Mi corazón saltaba. Nos encantaba.

Pausa para un momento tierno, del que ahora me duele el recuerdo.

Oh, sí, aquella cena en una esquina traviesa.

Amantes al descubierto con dudas en exceso.

Ese dulce abrazo del cual no insinué mínima muestra de sentimiento,

quedó marcado en mi pecho. Lo siento.

Sonó esa canción que era de los dos.

La cocina fue nuestra pista, tu aroma el ambiente,

nuestras risas la armonía de tu alma con la mía.

Pasos torpes, miradas con ilusión, rayos del sol dando la perfecta saturación.

Eso éramos.

La pareja ideal que para nada era convencional.

Con el tiempo el amor se esfumó,

cuando un bello rostro te ofreció una vida mejor.

Destrozada llorándole a la almohada,

rogué que sólo fuera una mala pasada.

La esperanza de que te quedaras era cada vez más lejana.

Y sí, te fuiste y sí, jamás volviste.

Ahora, en un presente cruel, tu sombra me persigue y me hiere.

Sin embargo, no tengo duda: si no pagas en esta vida, lo pagarás en la otra.

El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo

La Disputa

romance

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