Restrepo: 34 años sin verdad

El 8 de enero de 1988, los hermanos Andrés y Santiago Restrepo Arismendi fueron torturados, asesinados y desaparecidos. Al cumplirse 34 años de este hecho inexplicable, su padre, hermana, amigos y quienes han conocido su historia, exigen justicia.

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Desaparición de los hermanos Restrepo, 34 años sin verdad Desaparición de los hermanos Restrepo, 34 años sin verdad Desaparición de los hermanos Restrepo, 34 años sin verdad

“La única lucha que se pierde es la que se abandona”

Pedro Restrepo

El 8 de enero de 1988, los hermanos Andrés y Santiago Restrepo Arismendi fueron torturados, asesinados y desaparecidos. Al cumplirse 34 años de este hecho inexplicable, su padre, hermana, amigos y quienes han conocido su historia, exigen justicia.

En ese entonces, el Gobierno de León Febres Cordero, inició uno de los episodios más oscuros de nuestra historia, plagado de vulneraciones a los derechos humanos, demostrando que el respeto por la dignidad de las personas era irrelevante en su gestión.

El caso de los hermanos Restrepo resonó en todo el país, desde los medios copando la primera plana, hasta la sociedad civil, cuestionaron a un Estado autoritario, que lejos de velar por la seguridad de sus ciudadanos, generó un entorno dónde el poder arremetía contra todo, sin ninguna contemplación, sin consecuencias.

La lucha de sus padres, Pedro y Luz Elena, y de su hermana María Fernanda, dejaron en evidencia las falencias de un Gobierno nefasto, convirtiéndose en la prueba de una lucha incansable que, al pasar de los años, continuó exigiendo respuestas, sin obtener ninguna. Fueron víctimas palpables de la indiferencia y el silencio estatal…

Pero continuaron desde la Plaza Grande, con carteles que pedían justicia a los Gobiernos de turno, abriendo un espacio para que más personas se unan a esta lucha, que buscaba completar un rompecabezas de verdades a medias, una justicia inconclusa que luego de 34 años, no es más que una estela de dudas poco razonables, sobre lo que realmente sucedió.

“Por nuestros niños hasta la vida”

Esta frase resume la lucha incansable por justicia y reparación, capaz de remover hasta la última fibra de nuestras conciencias, al preguntarnos una y otra vez ¿Por qué? Andrés y Santiago protagonizaron una historia tan dolorosa, que puso en el medio del debate el accionar del Estado en relación a las desapariciones forzadas.

De hecho, las múltiples violaciones de derechos humanos ocurridas entre 1984 y 2008, entre las que se encontraban el caso de los hermanos Restrepo, promovieron la creación de la Comisión de la Verdad, que realizó un amplio trabajo de investigación, al recopilar testimonios de diversos actores involucrados en los hechos.

Es así, que entre sus conclusiones señala:

“En  94  de  los  118  casos  (80%  del  total),  la  Comisión  identificó  a  presuntos  responsables  e involucrados  en  las  violaciones  de  derechos  humanos  investigadas”.

Así mismo, afirma que: “De  los  460  presuntos  responsables,  el  49,6%  corresponde  a  oficiales  y  miembros  activos  y pasivos  de  la  Policía  Nacional” (…)

En el caso específico de los hermanos Restrepo, se establecieron como presuntos responsables a integrantes del ex SIC-10, conforme lo señalaron integrantes de la Policía y otros testigos.

“Nuestro corazón seguirá anclado a la laguna de Yambo, esa laguna trágica”.

María Fernanda Restrepo

Así mismo, durante la investigación realizada por las autoridades, una de las pistas más claras señalaba que los cuerpos de los hermanos Restrepo fueron trasladados hasta la laguna de Yambo en la provincia de Cotopaxi, para lo cual, se inició una búsqueda que podría arrojar resultados clave dentro del caso, pero después de algunos intentos, la hipótesis fue descartada. Una búsqueda en cementerios de Quito sería igual de desconcertante… Nada.

Y es que, lamentablemente el caso estuvo plagado de inconsistencias desde el principio. Una detención arbitraria de dos menores de edad sin motivo alguno, seguida de su tortura, muerte y posterior desaparición, perpetrada por agentes del SIC-10, el montaje de un presunto accidente de tránsito, o los supuestos nexos con el narcotráfico, no arrojaron ninguna explicación clara, alimentando el caudal de incertidumbre que, hasta hoy, es imposible de descifrar.

Si bien, la justicia condenó a los perpetradores y cómplices de este hecho, la mayoría cumplieron solo una parte de sus condenas. Por otro lado, la indemnización a la familia, que llegaría luego de que el caso tocó instancias internacionales en 1997, no cubre de ninguna manera el dolor de estos 34 años, ni el silencio encubridor del Estado.

La violación de derechos humanos en esos años cambió proyectos de vida enteros, golpearon a nuestra puerta para decirnos que estábamos solos, pero sobre todo, que no podíamos hacer nada para recuperar lo perdido.

Los hermanos Andrés y Santiago Restrepo Arismendi, que al momento de su desaparición tenían 14 y 17 años respectivamente, viven en los recuerdos de sus familiares y amigos, de quienes decidieron no olvidarlos incluso a pesar del tiempo; y, que aún se preguntan ¿dónde están?

Su historia es la de muchos, que como ellos no regresaron a casa, pero aún en su ausencia, cambiaron nuestras vidas, nos enseñaron a continuar de pie para exigir justicia. Nos enseñaron que la verdad es el único camino para que la memoria siga viva.

Las voces de Andrés y Santiago no se apagaron con ellos, serán eternas hasta que el pedido de justicia retumbe hasta el último rincón, y vuelvan a casa, de dónde nunca debieron ser arrancados.

El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.

La Disputa

Referencias:

Comisión de la Verdad. Informe de la Comisión de la Verdad, Ecuador 2010: sin verdad no hay justicia. 5t. Ediecuatorial. https://biblioteca.corteidh.or.cr/documento/59430

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