Conservadurismo VS Liberalismo; entre el Sagrado Corazón de Jesús y el Estado Laico

0

Máster en Democracia y Gobierno. Sociólogo con mención en Relaciones Internacionales. Apasionado y eterno aprendiz de la Política Exterior de los Estados. Amante del campo, las buenas tertulias y el vino. Historiador frustrado. Conservador para unos, liberal para otros. De centro hilando a la derecha.

follow me

Para comprender a la perfección el duelo a muerte entre el conservadurismo y el liberalismo, debemos retroceder al Ecuador de mediados y finales del siglo XIX e inicios del XX. A ese Ecuador lleno de chaquiñanes y calles de piedra, de exuberante naturaleza y de viajes en carruajes, carretas, a lomo de caballos y mulas, donde la forma de vida en general seguía bastante obediente y bajo un manto aún recio, que nos había heredado la colonia española, pero que en ciertos grupos ya se cocinaban recetas con aires de revolución, especialmente adquiridos de la Revolución Francesa acaecida hace casi ya un siglo antes de ese entonces.

Foto: Gabriel García Moreno
Fuente: Ecured

Por un lado, el conservadurismo como concepto político, aunque existente antes de, tomó fuerza a raíz de las presidencias del Excelentísimo, Señor, Doctor, Don Gabriel García Moreno (1861-1865) (1869-1875), apóstol de la política católica. Sin lugar a dudas el mayor representante de este concepto, tendencia e incluso partido político, puesto que en aquel entonces la política del Ecuador se dividía en dos corrientes, una representada por el Partido Conservador y su antípoda el Partido Liberal.

El conservadurismo llevaba bajo su manto doctrinas bien establecidas desde lo económico hasta lo religioso y principalmente en lo social. Batutas heredadas desde la conquista española de estas tierras, pasando por alrededor de tres siglos de vida colonial y hasta llegar a la reciente denominada independencia y creación de varias repúblicas entre ellas la República del Ecuador. Vastas extensiones que no hace mucho funcionaban bajo una misma forma de gobierno, auspiciada por lo que en un tiempo fue el mayor imperio del mundo y que después de su fragmentación cada territorio vagó en la búsqueda de identidad y estabilidad que aún doscientos años después esas mismas republicas las siguen buscando.     

La división de clases y estratos sociales, la defensa de la propiedad privada, el mantenimiento de irrenunciables privilegios y especialmente la apología y la relación intrínseca de la religión, y la fe católica con el Estado, todas ellas adquiridas de la Europa cortesana y palaciega era el estandarte del conservadurismo. Se pensaría que estos atributos no correspondían a la superación, adelanto o modernización del país, sin embargo nada más lejos de la realidad.

García Moreno, hombre de talante rudo pero conspicuo, contribuyó al adelanto y la modernización del Ecuador de mediados y finales del siglo XIX, casi a la par de las grandes naciones europeas. Por citar apenas dos ejemplos de muchos más; en Educación, el haber traído a las religiosas de los Sagrados Corazones y de la Providencia junto con demás educadores de la orden Jesuita, abarcó un gran adelanto en la academia primaria y secundaria de ese entonces. Otro suceso de vital importancia fue que, a diferencia de la creencia popular, la construcción del Ferrocarril ecuatoriano insigne de la incesante búsqueda de integración nacional, fue ideado e iniciado por el mismo García Moreno medio siglo antes que, el general Alfaro decida retomarlo y finalizarlo. Ahora bien, la consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús fue para los devotos conservadores una de las obras más importantes, así como por el contrario para los liberales fue el punto de quiebre para buscar incesantemente y de todas las formas acabar con esa relación gobierno-iglesia.

Mientras que por su lado el liberalismo aunque no renegaba de los tres primeros mandatos antes mencionados, lo buscaban, según ellos, bajo una expresión de mayor libertad, sin embargo, lo que los convertía en enemigos irreconciliables era la relación nociva entre la Religión y el Estado.

La aberración de los liberales ya no solo a la injerencia de la iglesia católica en los asuntos de Estado y de gobierno, sino a su sola presencia y a su labor evangelizadora en la población ecuatoriana desató en una revolución; la muy famosa Revolución Liberal, misma que fue auspiciada, en su gran mayoría por la banca de la región Costa de nuestro país, así como también por los grandes agroexportadores del Litoral, desatando así el inicio de un conflicto bélico que terminaría dando paso a la única Guerra Civil que ha vivido nuestra nación. 

Por el otro frente en cambio, se encontraban los grandes terratenientes, latifundistas y hacendados de la Sierra, apegados a las doctrinas de la fe católica, a la forma de vida colonial y a la mantención de las tradiciones y la aristocracia. Las batallas no se pelearían en las fronteras o en campos lejanos, las batallas se vivieron dentro del país, en las ciudades, en las calles y por su puesto en las propiedades de uno y otro bando.

A breves rasgos se pensaría que era una lucha incluso regionalista, las Costa vs la Sierra y aunque de manera general fue así, los bandos no estaban establecidos en una misma línea o sus participantes obedecían a una misma figura, es decir, por supuesto que había terratenientes serranos liberales, así como también agroexportadores costeños conservadores.

Posteriormente a estas cruentas escaramuzas, terminó por imponerse, al menos por un considerable periodo de tiempo, el bando liberal. Sin embargo, la oposición conservadora estuvo siempre respirando en la nuca de los líderes e ideales liberales.  

Foto: Eloy Alfaro
Fuente: Diario La Hora

No en vano en las presidencias del General Eloy Alfaro (1895-1901) (1906-1911) es donde llega a su cenit el Liberalismo. Por primera vez irrumpe el ferrocarril proveniente de las orillas del mar, surca las embravecidas faldas del Chimborazo y se pasea lisonjero por el callejón interandino hasta llegar a Quito. Contribuye también en la educación de la niñez y juventud ecuatoriana, pero lo hace de forma distinta, ya no bajo las órdenes religiosas sino de una manera aconfesional y con ello se funda el Estado Laico, la separación del poder de la iglesia respecto al poder del Estado, finalmente había llegado al Ecuador. 

No es de extrañar que el conservadurismo y el liberalismo como doctrina, pensamiento y concepto haya sufrido cambios estructurales, y lo ha hecho. Muchos quizás dirán que en ellos se ve reflejado la derecha y la izquierda moderna, pero no se podría estar más equivocado, puesto que el Liberalismo, especialmente en su lógica económica se decanta mucho más a la diestra antes que a la siniestra. ¿Y el conservadurismo? Bueno, el conservadurismo sigue siendo conservadurismo.   

El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí