sábado, septiembre 30, 2023
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LA DIABLADA DE PÍLLARO, PANDEMIA E INSURGENCIA

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Imagen destacada Fernando Endara
Fernando Endara periodista de la Disputa

Palabras claves: Diablada de Píllaro, Ecuador, Pandemia.

La “Diablada Pillareña” es una fiesta popular y patrimonial celebrada en Píllaro- Tungurahua los 6 primeros días del año. Una celebración arraigada en la costumbre de los pillareños y pillareñas que, desde el mes de agosto, inician los preparativos para cada diablada.

El 2020 fue un año inusual, extraño, patológico. Una peligrosa enfermedad se propagó entre la humanidad poniendo en peligro incluso, la pervivencia de la especie. El virus de la COVID-19 tiene consecuencias imprecisas, peligrosas y letales en muchos casos,  que obligó a los gobiernos del mundo a tomar medidas sanitarias y restrictivas para salvaguardar la salud y la vida de sus poblaciones. En este contexto, se vieron sorprendidas las prácticas culturales comunitarias enmarcadas en fiestas tradicionales, rituales, morenadas, inti-raymis, diabladas, etc. Prácticas culturales que tuvieron que adaptarse a la normativa legal y a la tecnología para perpetuar su tradición, su gusto y su fiesta. La “Diablada Pillareña” 2021 no pudo realizarse en sus magnitudes acostumbradas, sin embargo, existieron actividades presenciales y virtuales que permitieron resignificar la tradición y perpetuar una identidad local y rural que se resiste al olvido.

En situaciones normales, la Diablada es una fiesta que aglutina a miles de bailadores y espectadores. Cientos de personas conforman grupos de baile o comparsas denominadas “Partidas” que representan a los barrios o caseríos rurales, campesinos o periféricos del cantón. Cada partida tiene una banda de pueblo[1] y varios disfrazados o personajes: diablos[2], parejas de línea[3], guarichas[4], capariches[5] y chorizos[6]; cada disfrazado sigue un código específico y particular en la fiesta. Las partidas se concentran en sus respectivos barrios o caseríos y “bajan”[7] o se desplazaban bailando desde estos lugares rurales, campesinos o periféricos hasta el centro de la ciudad, para tomarse con bailes y símbolos (Espín 2019) las calles principales del casco urbano, las de la administración política y religiosa, la vía pública por excelencia, el contorno del parque y la iglesia. Las partidas se toman de manera simbólica la ciudad para recordar el importante papel de los habitantes de los barrios rurales, caseríos o periféricos que, asociados a la agricultura y ganadería, son el sustento alimenticio, económico y cultural del cantón (Espín 2019) (Bonilla 2019). Después de recorrer bailando estas calles, las partidas se dirigen a su “descanso” o “posada”. Luego de un tiempo aproximado de dos horas, los disfrazados salen de nuevo a las calles, para hacer su recorrido característico y regresar a sus barrios o caseríos para el remate o compartir final.

Esta diablada se organiza con meses de antelación a través de acuerdos entre el Municipio de Píllaro, cabecillas[8], gestores culturales y bailadores. La fiesta sufrió una serie de cambios y transformaciones durante los últimos años, producto de su declaratoria como Patrimonio Inmaterial Cultural del Ecuador en 2008, de la expansión del estado, de la institucionalización vertical de prácticas culturales, del auge del turismo cultural y de los mercados culturales y de la imbricación de la tecnología en la vida cotidiana. De manera que los últimos años, el municipio (en concordancia con otras instituciones públicas como Intendencia, Comisaria, etc.) fue el eje rector de la fiesta: el que financió las partidas y especificó los horarios y recorridos. Los cabecillas opinan y discuten, pero en última instancia, aceptan las regulaciones municipales para evitar multas económicas al momento de consignar los fondos para la diablada. Para el 2021, la emergencia mundial sanitaria no permitió el desarrollo de la Diablada Pillareña. De manera que el municipio y los actores de la fiesta tomaron diversas medidas y acciones “para no dejar pasar la fecha” y celebrar de manera simbólica nuestra tradición.

La Diablada Virtual del municipio

El Gad Municipal Santiago de Píllaro convocó a reuniones con los cabecillas, como todos los años; pero en esta edición se plantearon varias alternativas virtuales. El trabajo cultural del municipio arrancó el mes de diciembre con una serie de conversatorios que buscaron “devolver la palabra” a los actores de la fiesta. Se organizaron encuentros virtuales con los cabecillas de las partidas, con investigadores de la localidad, con antiguos bailadores y con gestores culturales que sin duda, enriquecieron el acervo de conocimientos pillareños en cuanto a la Diablada. La moderadora y los expositores acudimos al teatro municipal, en donde al calor de la banda y de la fiesta, compartimos nuestros puntos de vista sobre la diablada, sin embargo, el foco de atención de pillareños y pillareñas fue la decisión del COE cantonal, amparado en el COE nacional: suspender la Diablada Pillareña, los pases del niño, los monos y la trajería[9].

Ante la prohibición, el municipio y los cabecillas decidieron hacer una diablada unificada y virtual, de manera que, 7 cabecillas aportaron 4 bailadores cada uno, para crear una única partida de 30 integrantes que bailó en un espacio amplio, alejado de la ciudad y con supervisión policial, de forma que se cumplieron los protocolos de bioseguridad en lo que fue calificado como un “desafío virtual a la pandemia”. La hacienda de Huagrahuasi ubicada a 3200 metros de altura en la parroquia San José de Poaló, al nororiente del cantón, fue el escenario desde donde se trasmitió la Diablada Pillareña el primero de enero. Diana Mesías del departamento de cultura del Municipio de Píllaro recalcó: “este año se coordinaron dos presentaciones, la primera el uno y la otra el seis de enero (trasmitida desde Chagrapamba en la Parroquia Presidente Urbina), únicamente de manera virtual para evitar que la gente se aglomere, el objetivo fue no dejar pasar por alto esta fiesta considerada patrimonio cultural intangible”. Esta iniciativa fue aplaudida por propios y extraños al considerarse una forma de perpetuar la tradición de manera simbólica a la vez que se respetan los protocolos de bioseguridad y las normas del COE cantonal.

Diablo de Píllaro en la Diablada del Municipio de Píllaro. Fotografía que circulo en los boletines oficiales del Municipio. En la imagen se puede observar el traje tradicional del Diablo de Píllaro, con una mascara de grandes cuernos en colores negro y dorado.

Diablo de Píllaro en la Diablada Virtual del Municipio de Píllaro

Fotografía que circulo en los boletines oficiales del Municipio

La Diablada infantil

Por otra parte, la Diablada Infantil, liderada por Jhair Jácome, elaboró una serie de actividades virtuales previas y durante la diablada. La partida “Diablada Infantil” es una de las partidas más jóvenes e interesantes de la fiesta, gestionado a base de patrocinio y auspicio, el proyecto busca “fortalecer la identidad a través del conocimiento, para que los niños vayan aprendiendo y este semillero con los años, ayude a consolidar la autenticidad de la fiesta”, indicó Lara. A partir de su primer año como partida, este grupo infantil se caracterizó por organizar talleres dirigidos a niños y padres de familia, talleres liderados por gestores culturales, bailadores e investigadores de la diablada.

En diciembre se hicieron 3 encuentros virtuales con diferentes voces, entrevistas y ponencias; para los días de la fiesta (1-6 de enero) se convocó a un “concurso”: “diablada virtual infantil”, en donde los niños y niñas podían participar filmándose bailando disfrazados desde su propia casa. Para gestionar el concurso, Lara grabó un set musical con la “Banda Infantil de Emilio María Terán[10]”, que fue enviado a los concursantes, de manera que todos debían bailar la misma canción y enviar el video para subirlo a las redes sociales. Los ganadores serán los videos que consigan mayor interacción y los premios son peluches coleccionables de los personajes de la diablada pillareña en forma de caricatura, donados por una fábrica de peluches que auspicia la partida. El concurso superó las expectativas, fueron alrededor de 35 videos con niños y niñas, solos o en grupo, de diablos, guarichas, parejas de línea y/o capariches, que disfrutaron disfrazados de la diablada infantil virtual. Estos videos superaron los 92,000 visitantes desbordando la página y revelando el interés de actores y espectadores por esta fiesta tradicional de Píllaro, en su formato infantil y virtual.

Título de la Fotografía: Bailador ancestral, con sus implementos. En la imagen se puede observar un adulto mayor caminando con el traje típico del Diablo de Pillaro
Fotógrafo: Bladymir López 

Los Diablos de Píllaro. Los actores de la fiesta.

La mayor parte de actores de la fiesta no participó de estos formatos virtuales/legales, y buscó sus propios mecanismos para perpetuar una tradición. “Sin querer queriendo”, actualizaron antiguas disputas y significados asociados al baile de la diablada: la resistencia y la insurgencia ante el poder. Varios grupos de amigos, colectivos culturales y personas afines al baile se organizaron de forma secreta y casi clandestina, para recrear su propia versión de la diablada, adaptada a las circunstancias sanitarias y a la normativa del COE cantonal, que reitero, prohibió la diablada. El primero de enero llegó con tristeza, no retumbó el bombo ni la trompeta, no sonaron los voladores ni se calentaron las pailas de fritada, no se alistaron trajes ni caretas, casi no hubo un “feliz año”, pero bailaron los diablos, como cada enero desde que se recuerda.

Los bailadores y bailadoras se mantuvieron expectantes y temerosos por miedo a la enfermedad, al contagio, a llevar carga viral a los seres queridos, esto hizo que muchos se refugiasen en sus hogares. Otros tantos, cumplidores de la ley, respetaron la normativa vigente, dejando de lado por este año, el baile o la organización barrial de la fiesta. Pero hubo un pequeño grupo de bailadores, con banda, brindis y disfraz: “Guanguibana Insurgente” que hizo honor a su denominación.

“Guanguibana Insurgente” se formó a finales del 2020 con el afán de participar en un concurso virtual de la Diablada Pillareña, con la iniciativa de José Luis Velasco, Paul López y Stalin López, bailadores de la zona Tunguipamba-Guanguibana, con el lema: “somos un pasado que baila en el presente”. Al poco tiempo, este grupo de amigos, ligados en torno al gusto por el baile, la música y el disfraz tradicional decidió bailar el 1 de enero del 2021, a pesar de todo. Pusieron una cuota, contrataron a la banda 8 de Septiembre[11], consiguieron una casa para realizar el baile final y realizaron un recorrido pequeño en el barrio de Tunguipamba. Stalin López, líder de la agrupación comenta:

“tomamos todas las medidas posible de bioseguridad, colocamos un lugar para limpiar zapatos, un lugar con solución desinfectante, se les fumigaba al entrar, y se les repartía un vasito y una copita para cualquier cariño, también se brindó un refrigerio. Se respetaron los espacios y a los participantes, los asistentes estuvieron con mascarillas y seguimos en comunicación, hasta el momento no hemos tenido ninguna anomalía”.

A pesar de que “Guanguibana Insurgente” eligió una locación alejada de la zona central y mantuvo en secreto su organización, al poco tiempo de iniciar el baile llegaron varias camionetas de bailadores disfrazados de diablos y guarichas. “No los aceptamos, estábamos en casita ajena, había que respetar los protocolos de bioseguridad, solo estuvimos personas allegadas al grupo. Aún al día siguiente cuando hicimos la minga de limpieza del lugar, llegaron disfrazados buscando una banda y un sitio para bailar”, refiere Stalin.

Este grupo no fue el único que se disfrazó del 1 al 6 de enero. El sábado dos de enero hubo dos concentraciones pequeñas. El grupo de bailadores e integrantes de la partida de la Florida gestionó un recorrido por el área rural de su barrio hasta terminar en la casa del cabecilla. José Luis Jácome, el cabecilla, indica que únicamente prestó el nombre y el lugar de su partida a un grupo de bailadores que contrató de su bolsillo una banda y estipuló un recorrido pequeño que fue filmado y difundido al día siguiente.

Por otra parte, el grupo de danza “La Gallada”, realizó una diablada en la zona de Panguigua, parroquia de San Miguelito, Píllaro. El grupo de danza “La Gallada” se conformó en el año 2008 como un grupo de baile familiar en el sector de Callate en el centro de Píllaro, para acompañar con danzas y comparsas “las pasadas” del divino niño de su sector. Al poco tiempo y gracias a nexos con gestores, bailadores y cabecillas, el grupo y sus bailadores se involucró en la diablada, realizando salidas de baile a otras ciudades del país y siendo activos bailadores en cada edición anual de la diablada. Su líder, Stalin Moya comenta:

“Para el 2021 estábamos ansiosos esperando los días de fiesta, pero por la pandemia no se pudo realizar, se vino abajo la tradición. Pensamos hacer algo pequeño en el patio de la casa, con un parlante o amigos músicos. La idea de hacer el baile el 2 de enero, fue de los muchachos que dijeron organicémonos, buscamos un lugar amplio y contamos con unas 30 personas para poder desarrollar la diablada, con todas las medidas de bioseguridad”.

El domingo 3 de enero fue el turno del Colectivo Minga Cultural y el barrio Tunguipamba. Este colectivo trabaja desde el 2014 en varios ejercicios performáticos de la memoria que buscan poner en escena elementos tradicionales de la Diablada Pillareña para resignificarlos en el presente. El cabecilla de Minga Cultural Tunguipamba, Patricio Lara, junto a los gestores de la partida contrataron una banda para que sus bailadores (alrededor de 30 personas) bailen en la casa del cabecilla, respetando los protocolos de bioseguridad; sin embargo, en días previos, se aprobaron nuevas medidas restrictivas a nivel local y nacional que obligaron a cancelar el acuerdo con la banda y reconfigurar su participación. Por la mañana publicaron un video documental sobre su proceso del año 2019-2020 y por la tarde hicieron un baile íntimo entre amigos, con músicos de cuerda: guitarra y violín, organizado por los jóvenes del grupo. Alrededor de 20 disfrazados y 20 acompañantes nos encontramos para interpretar nuestra tradición de forma simbólica, respetando las normas sanitarias. Acá también se repartieron copas personales y se guardó la distancia y el uso de mascarillas.

El lunes 4 y el martes 5 de enero el movimiento fue menor, porque se alistaban los esfuerzos para el 6 de enero, el día en que la fiesta, como cada año, explota. El miércoles 6 de enero hubo al menos 8 concentraciones, partidas o diabladas desarrolladas en diversas localidades rurales de la ciudad, la mayoría de ellas de organización privada y secreta, financiadas por los bailadores, sin tintes turísticos ni comerciales.

Mientras la Diablada Pillareña virtual del municipio se ofreció como un producto cultural virtual y se difundió en medios de comunicación locales y nacionales; las diabladas pillareñas clandestinas fueron el foco de atención de gestores y bailadores que en el último día, tomaron sus implementos de baile y se sumaron al jolgorio. Se activaron recorridos y bailes en las plazas y en las calles de algunos de los lugares más tradicionales de la diablada como Tunguipamba, Guanguibana, Marcos Espinel y La Florida, pero también en barrios rurales no asociados a la Diablada como Chagrapamba, Quillán o San Miguelito; los bailadores buscaron sitios amplios y alejados por el temor a la enfermedad, a la autoridad y a la infracción. Varias de estas diabladas se extendieron hasta altas horas de la noche y congregaron cada vez más bailadores y espectadores dificultando guardar las distancias y las medidas sanitarias, la Policía Nacional intervino con operativos para clausurar las fiestas clandestinas.

Diablos de Píllaro bailando en Tunguipamba (2021). En la imagen se encuentra un grupo de personas danzando con la vestimenta tradicional de la Diablada de Píllaro.
Fotografía: Sebastián Solís
Parejas de Línea bailando la noche del 6 de enero de 2021 en una zona rural. En la imagen se observa un grupo de personas en la celebración nocturna.
Fotografía: Pablo Romero

Fueron varias las organizaciones, las partidas, las bandas y los grupos que bailaron del primero al seis de enero a pesar de la prohibición del COE cantonal, actualizaron así, el sentido de insurgencia, una de las nociones socioculturales más antiguas de la fiesta. Si la Diablada Pillareña en sus orígenes fue un baile que se oponía al poder colonial, a las imposiciones étnicas, culturales y religiosas, y afianzaba un sentido de pertenencia rural, en el 2021 se recuperaron estos sentidos que, con el tiempo fueron omitiéndose, perdiéndose o desvirtuándose.

Milton Pullupaxi, integrante del grupo cultural “Los Piketeros” indica: “como pillareños, nos identificamos con la rebeldía que corre en nuestras venas, muy aparte del covid, cada uno de los muchachos tomó las medidas sanitarias para bailar, meternos en el personaje y olvidarnos de todo lo malo del año”. Néstor Bonilla, gestor cultural con amplia experiencia en la diablada menciona:

“Quienes estaban organizados son jóvenes, prácticamente rompen el orden establecido, se recupera una motivación básica de la fiesta, no podríamos juzgar el nivel de riesgo al que se han expuesto, pero vemos que prevalece la intención de no dejar pasar la fiesta desapercibida, sino realizarla en sus espacios. No justifico el incumplir una norma establecida, pero entiendo que son reacciones que están dentro de la lógica de las comunidades, de la práctica cultural, de la misma  naturaleza de la diablada, de su origen. El contexto mismo de la fiesta trata de romper un orden establecido, aunque sea de manera simbólica, esta vez fue de manera real, no podemos propender que la lógica de la fiesta funciones en torno a una u otra autoridad o normativa. La fiesta va respondiendo a una especie de subversión simbólica ante todo el sistema, ante el COE cantonal; la decisión que optaron las comunidades, para no exponer a su gente, fue hacer la diablada en sus barrios, como se hizo con el Inti Raymi en otras regiones del país”.

Estos grupos de baile también cuestionan al turista, o más bien al comportamiento del turista en la fiesta, demostrando que para una gran cantidad de bailadores, el gusto por el baile es invaluable y está por encima del comercio, la mercantilización o el turismo. Al respecto Néstor menciona:

“Hace un tiempo nos dimos cuenta que uno de los grandes problemas de la diablada, es la forma en que se estaba vendiendo una práctica cultural que era de las comunidades y que ahora se la planteaba como un referente de identidad comercial, para que despierte el apetito de un turismo desechable, que no se articula con lo que hace la comunidad. Un turismo de consumo, que lastimosamente va chocando o va quitando, usurpando espacios físicos y simbólicos a la diablada, provocando un conflicto para quienes bailan, la ciudadanía y las autoridades […] es difícil controlar un segmento tan amplio de personas que visitan el cantón y tienen un apreciación bastante distorsionada de la fiesta”.

Stalin López, líder de “Guanguibana Insurgente”, agrega:

“El señor turista, por la emoción de bailar, se convierte en un caudal que no es bien manejado. Se necesita una guía que enseñe al turista como debe mantenerse, comportarse y compartir durante la fiesta. Cuando el turista se cree el dueño de casa, te empuja, te jalonea, te coge la máscara, te coge los cachos, están pasados de copas. Un bailador no quiere dar espectáculo al turismo, quiere estar en paz con uno mismo y bailar”.

La Diablada Pillareña 2021 en el contexto de la pandemia mundial por COVID-19, fue un desafío que actualizó disputas en torno a los motivos del baile, la insurgencia y el turismo. Frente al temor del contagio, al miedo por propagar la enfermedad en los hogares y ante las posibles infracciones penales, los bailadores eligieron tomar su careta y transfigurarse en personajes de leyenda, demostrando que la fiesta pervive aunque el mundo se caiga a nuestro alrededor. Y que, sobretodo, la fiesta es un gusto personal para cada bailador, porque al bailar se conectan con el ande, con la música, con el disfraz, con su memoria, con su cuerpo y con su experiencia para encarnar una identidad, un lugar en el mundo.

El 2021 también resaltó el trabajo de los bailadores más jóvenes que demostraron que se pueden retomar antiguos procesos organizativos, autogestionados, colaborativos e insurgentes. En efecto, el líder de “Guanguibana Insurgente” comenta:

 “Lo hicimos meramente por bailar, por no quedarse con la pica de bailar un primero de enero, por no quedarse con el mal sabor de boca, pero siempre estaba el miedo de que llegue la autoridad a cumplir su trabajo. Estábamos incumpliendo la ley, porque estaba prohibido. Estábamos haciendo caso omiso a lo que nos decía la autoridad, y ahí prevaleció o salió a flor, el gusto de ser insurgente, una insurgencia con razón, muy pendiente y muy cuidadosa de tener todas las medidas, hicimos todo lo posible a nuestro alcance, el miedo siempre está, más por las personas mayores, hasta ahorita hemos mantenido diálogo con todos los muchachos del grupo y se encuentran muy bien. No solo nosotros hicimos diablos. […] Nos desenvolvimos de la mejor manera, siempre con el gusto de recibir un año nuevo y augurar un mejor 2021 para todos, por esa bailamos, para celebrar el año y augurar un mejor presente.

Stalín Moya, líder del grupo de danza “La Gallada” nos cuenta también:

“Todos los muchachos quedamos contentos, conformes y satisfechos, por primera vez intentamos sacar nuestra propia partida, pudimos disfrutar, teníamos banda propia, teníamos los personajes, bailamos como que estuviéramos en la casa del cabecilla o en la posada, fue totalmente diferente, no tener mucha presencia de turistas, que de pronto por la euforia que tienen se meten a las partidas y quieren ser partícipes y eso incomoda al bailador y al participante. Tuvimos la libertad, nos sentimos contentos de poder disfrutar […] Si, teníamos el temor de que baje alguna autoridad, nos asesoramos y nos dijeron que lo único que pueden hacer es suspender el evento más no detener a las personas ni sancionar económicamente. […] Tenemos un mismo gusto, somos pillareños, y esto es lo que más nos gusta, sea como sea debíamos hacerlo. […] La salud prevalece, lo hemos realizado con las medidas más importantes de bioseguridad, se trató de hacer lo más privado, no queríamos que haya mucha afluencia, pero el sonido del bombo atraía a la gente al calor de la fiesta”.

Diablo de Píllaro llegando a una Diablada clandestina. En la foto se observa un padre de familia llegando a la celebración con los trajes típicos de la diablada.
Fotografía: Darío Guachi.

Propios y extraños llegaron a las diferentes diabladas del 6 de enero, las fotos y videos no tardaron en surgir en las redes sociales y en los medios de comunicación. Aunque entendemos perfectamente las críticas ciudadanas a los bailadores y gestores insurgentes que propiciaron fiestas clandestinas en medio de una pandemia mundial, también entendemos la posición de los actores de la fiesta, respaldamos las manifestaciones culturales que, tomando las medidas sanitarias posibles, buscaron espacios en sectores rurales para bailar, disfrazarse y perpetuar una tradición.

Que la Diablada Pillareña del 2021 nos permita volver los ojos al campo, a la ruralidad, a la economía local y a las gentes de las comunidades, barrios, caseríos y parroquias periféricas de Píllaro que son el sustento alimenticio, económico y cultural del cantón, y que son, unos verdaderos DIABLOS DE PÍLLARO. La Diablada Pillareña 2021 también nos recordó que el turismo y el negocio son secundarios para los bailadores, que sus corazones, su espíritu y  su voluntad no están a la venta, ni se exhiben exóticos en vitrina, nos recordó que el gusto por el baile siempre será invaluable, íntimo, clandestino e insurgente.

Viva la Diablada Pillareña

Viva Píllaro.

El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.

La Disputa


[1] La banda de pueblo, conformada por uno o dos bombos, un tambor, platillos, 3 o 4 trombones, 3 o 4 trompetas, 3 o 4 saxos (puede incluir clarinetes, güiro, timbales, tubas, entre otros); interpreta San Juanitos, Tonadas y Pasacalles principalmente.

[2] El personaje más popular y el que da nombre a la celebración. Los pillareños y pillareñas elaboran sus propias caretas, pelucas, coronillas, vestidos y boyeros para la ocasión. Su misión es “abrir espacio” para el baile de las “parejas de línea”. Su baile es desgarbado y sucio. Intenta asustar y jugar con los y las observadoras.

[3] Personajes que representan a los “hacendados” o blanco-mestizos de alcurnia, llevan caretas de blanqueamiento (caretas de malla), pañuelos franceses, camisas, vestidos y pantalones adornados con papel brillante, su baile es acompasado y elegante.

[4] Este vocablo empleado en Colombia y Ecuador se refiere a una mujer (en la época de la colonia y en la conformación de la república) que suele acompañar o estar en presencia de los soldados en la campaña o en las marchas militares. En la Diablada Pillareña, representan a mujeres de vida promiscua en el sentido machista y patriarcal de la costumbre. Son vistas como mujeres libertinas, parranderas e infieles

[5] Representa a los barrenderos

[6] Payasos que dan la lección: rima, verso o juego de palabras a los asistentes. La misión de estos últimos 3 personajes es “abrir espacio” para el baile de las “parejas de línea”.

[7] La mayoría (pero no todas) las partidas se concentran en barrios o caseríos que tienen más altura en metros sobre el nivel del mar que la parroquia central, por lo tanto, la gente suele decir: “ya bajan los diablos”.

[8] Persona de carisma, líder de cada una de las partidas.

[9] Los monos son disfrazados de la parroquia de San Andrés en Píllaro. La trajería es un baile tradicional de la parroquia San José de Poaló en Píllaro.

[10] Emilio María Terán es una parroquia rural al sur de Píllaro. La Banda Infantil es un Proyecto particular del músico Leonardo Moreta que, en familia creó un semillero de talentos cuyo objetivo es convertirse en una banda de pueblo tradicional, sin shows ni orquestas, para acompañar la diablada. El Proyecto contempla el reemplazo de los músicos para tener siempre una banda infantil, mientras los mayores conformarán la banda tradicional.

[11] La Banda 8 de septiembre lleva más de 40 años tocando la música de la Diablada Pillareña.

La Familia Noboa: entre el poder económico y político- descubriendo sus formas simbólicas y sus fuentes del poder

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Imagen destacada Carlos Pastor Pazmiño artículo
Carlos Pastor Pazmiño articulista La Disputa

Carlos Pástor Pazmino[1]

Los albores de la fortuna de la familia Noboa

Había una vez, un joven llamado Luis Noboa Naranjo, sus primeras acciones se remontan a un periodo de transición y rearticulación de elites económicas y políticas en Ecuador. Cacaoteros, banqueros, exportadores, azucareros, arroceros, comerciantes e industriales y reagrupan debido a la debacle en la exportación de la pepa de oro[2] en los mercados internacionales, la caída de los precios y el efecto de las plagas que afectaron a las plantaciones movió el piso a un proceso de acumulación ya establecido.

Durante el auge cacaotero, los terratenientes tenían el monopolio de la tierra, acumulaban cuantiosos ingresos, su renta  variaba “entre el 41% y 64% del valor de la producción total”, esta renta no ingresaba al mercado nacional, no era invertida en mejoras tecnológicas en las propiedades y no ingresaba como divisas al país, ya que “las familias de los grandes cacaoteros vivían en París, con ingresos que se les giraba regularmente y que, por lo tanto, no constituían un ingreso en el mercado local” (Guerrero 1994).

En este escenario complejo, Luis Adolfo Noboa Naranjo hace su aparición. Nace en 1916 en Ambato, pero su acumulación de capital originaria la realizó en Guayaquil. Se asienta en la Costa ecuatoriana a los 8 años, sobre todo por percepción y visión de futuro próspero de su madre, Zoila Naranjo Villota, “en Guayaquil encontraré mejores posibilidades que en la Sierra” (Noboa Pontón 2005).

La Perla del Pacífico durante los años veinte era considerada como la cuna de la burguesía nacional (ver tabla 1) debido a que albergaba a banqueros, exportadores de cacao, comerciantes e industriales. Estas actividades económicas logran que “para la primera década del 1900 se acumule un capital en Guayaquil que sobrepasaba los 42 millones de sucres (20 millones de dólares)” (Guerrero 1994).

Tabla No. 1 Principales familias élites de Guayaquil en el periodo de transición descrito

FamiliaEmpresas controladas
AspiazuBanco del Ecuador Compañía Guayaquil de seguros Incendios Compañía de préstamos y construcciones, Empresa de carros urbanos, Compañía nacional de teléfonos, Empresa de luz y fuerza,Fábrica Nacional de fósforos
IllingworthBanco agrícola y comercial, Banco territorial,Compañía comercial nacional,Caja de ahorros Guayaquil, Empresa de luz y fuerza
IcazaBanco del Ecuador, Banco de crédito hipotecario, Compañía nacional comercial, Compañía de préstamos y construcciones
SeminarioBanco agrícola y comercial, Compañía de préstamos y construcciones, Compañía nacional de teléfonos, Compañía de alumbrado
MüllerBanco agrícola y comercial, Banco de crédito hipotecario, Empresa de carros urbanos,Compañía de alumbrado
MarcosBanco de crédito hipotecario, Compañía nacional comercial, Compañía de alumbrado
OrrantiaBanco del Ecuador, Banco Agrícola y comercial
MorlaBanco agrícola y comercial, Empresa de carros urbanos
Puig MirBanco territorial, Caja de ahorros de Guayaquil
EstradaCompañía nacional comercial, Fábrica nacional del fósforo
Fuente: Guerrero, Andrés, Los Oligarcas del Cacao, 1994.
Elaboración: Propia

Los vínculos cercanos

La familia paterna de Noboa Naranjo era de Guayaquil, Carlos Luis Noboa Benítez (abuelo), Carlos Manuel Noboa Ledesma (tío) y Rosa Salinas (abuela). A temprana edad se vinculó directa o indirectamente a las élites políticas y económicas de ese entonces. Cada domingo asistía al coliseo de Rodolfo Baquerizo Moreno (hermano del expresidente Alfredo Baquerizo Moreno y del Banquero Enrique Baquerizo Moreno) con su amigo Ricardo Chacon para trabajar, “Adolfito subía al ring, daba las vueltas mostrando los carteles con los números de los rounds… el sueldo era de 2 sucres por domingo” (Noboa Pontón 2005).

Entre 1916 y 1920 Alfredo Baquerizo Moreno fue presidente del Ecuador, además ministro de Relaciones Exteriores, embajador en Cuba, Colombia, Perú, presidente del Senado, presidente del Congreso, entre otros cargos públicos. Los hermanos Rodolfo, Alfredo y Enrique Baquerizo Moreno pertenecían a la oligarquía de Guayaquil. Luis Vernaza Lazarte era otro de sus clientes, quien fue empresario y banquero, ejerció la presidencia del Concejo de Guayaquil, integró la Junta de Beneficencia de Guayaquil, la Sociedad de Artesanos Amantes del Progreso y otras instituciones. 

Joaquín Orrantia Gonzales “amistad de adolescencia y que perduraría toda la vida” (Noboa Pontón 2005) con Noboa Naranjo, trabajaba para Luis Vernaza Lazarte. Él era familiar del empresario conservador Aníbal González[3], quien encabezó la creación del Banco del Ecuador en 1867, Banco que contaba con todo el apoyo estatal, el gobierno “se comprometió, por 20 años a no emitir papel moneda y a aceptar billetes del Banco del Ecuador como moneda corriente, privilegio exclusivo de esta institución” (Velasco 1981). Además de ser miembro de familia Orrantia, accionistas del Banco del Ecuador y el importantísimo Banco Comercial y Agrícola de Guayaquil[4], este banco “jugó un papel protagónico en la vida nacional desde su fundación en 1895 hasta 1925 (Miño Grijalva 2008).

El Banco del Ecuador fue de gran importancia en el gobierno del presidente García Moreno, durante su periodo “Dispuso que en las oficinas públicas únicamente se admitan billetes del Banco de Ecuador” (Miño Grijalva 2008). Algunos de los accionistas del Banco del Ecuador fueron: Manuel Antonio Luzarraga, Nicolás Morla, Francisco de Santistevan, Francisco Vivero, Gabriel Luque. García Moreno, José María Caamaño, Miguel Suarez Seminario, Millán Ballén, Clemente Ballén. A través de la administración de Eduardo Arosemena el Banco del Ecuador logra consolidar una política monetaria. Liderazgo que años después entregaría a dos presidentes de la República: Carlos Julio Arosemena Tola en 1948 (hijo) y Carlos Julio Arosemena Monroy en 1962 (nieto). 

Otra persona cercana fue Modesto Rivadeneira Sáenz, empresario que también cobijó en su negocio a Luis Noboa Naranjo, juntos ganaban 100 sucres mensuales en sus comienzos. Noboa Naranjo afirmaba que “su éxito se lo debía a Modesto Rivadeneira Sáenz” (Noboa Pontón 2005). En 1928 se vincula con Juan Xavier Marcos Aguirre, hijo de Juan Francisco Marcos Aguirre –propietariodel Banco Sociedad General de Crédito-, este Banco operaba bajo la firma de “Juan Marco y Co.” que contaba con un capital de un millón de sucres y cien mil para fondo de reserva.

La familia Marcos pertenecía a las elites guayaquileñas y su actividad económica era diversificada. Eran importantes accionistas del Banco de Crédito Hipotecario, la Compañía Nacional Comercial, la Compañía de Alumbrado, el Ingenio Azucarero San Carlos[5], entre otros. En este periodo encontramos distintos tipos de banqueros: banqueros-industriales, banqueros-exportadores, banqueros-comerciantes y banqueros-aseguradores. Esta diversidad de capital acumulado en pocas familias hizo que el poder de los bancos sea exponencial[6].

Los Bancos “emitían billetes a nombre del gobierno, manejaban las cuentas del Estado, actuaban como agentes de retención de los impuestos más importantes que eran los de la aduana, disponían de cédulas, bonos y giros, eran el canal fundamental de vinculación comercial con el sistema financiero internacional, fueron los principales acreedores del fisco… Los bancos prestaban al gobierno en billetes y recaudaban en oro, lo cual da una medida de su poder económico y político, sus utilidades ascendían a un promedio de entre el 12% y el 16%” (Miño Grijalva 2008).

Cuando el Ecuador estaba bajo el dominio de la llamada “bancocracia”, Luis Noboa Naranjo ingresa de la mano de Juan Xavier Marcos Aguirre como funcionario del Banco Sociedad General de Crédito, “al mes mi papá conocía todo lo que hacía cada empleado en el Banco, por lo que, si alguno faltaba, él podía reemplazarlo sin problema” (Noboa Pontón 2005). La experiencia en el mundo financiero la aprende con rapidez debido a su socio “Juan Xavier Marcos[7], quien le tomó aprecio y a veces le hacía sentar a su lado, así pudo observar cómo se realizaban las transacciones económicas…aprendió rápidamente a ser como ellos…convirtiéndose a partir de ese momento en una sociedad comercial y una amistad entrañable” (Noboa Pontón 2005).

También se relacionó con Enrique Ponce Luque, que fue “colaborador de siempre” y cuñado de Noboa Naranjo, casado con su hermana Amanda Noboa Naranjo en 1941. Hijo del diputado Alejandro Ponce Elizalde[8] administró varias empresas de su cuñado durante la dictadura militar de los 70s, estuvo preso con León Febres-Cordero[9] por 93 días debido a un juicio instaurado por el jefe militar en la dictadura de Rodríguez Lara. Ponce Luque fue nombrado presidente vitalicio del diario El Clarín de Babahoyo, cuidad donde nació. Empresario (45 años gerente general de bananera Noboa), político (entre 1958 en el gobierno de Camilo Ponce Enríquez y en 1998 con Fabián Alarcón fue diputado por Los Ríos y ministro de Defensa) y dirigente deportivo (presidente del Club Sport Emelec). 

La relación entre elites económicas y elites políticas no es un tema de análisis nuevo, de hecho, son estas mismas relaciones las que justamente logran consolidar, expandir, y diversificar los procesos de acumulación. En el caso de los Noboa se da por la vía de exportación de banano, hasta lograr una diversificación tan amplia que les ha permitido mantener su legado y su posición económica, permitiendo ahora a su descendencia disputar la presidencia del Ecuador. Luis Noboa Naranjo (ver figura 1) surgió como consecuencia de las interacciones en el ámbito capitalista global, donde la interconexión entre la producción de banano y el mercado internacional lo llevó a establecer “la entidad agroindustrial y exportadora más influyente de Ecuador”.

Árbol genealógico de Luis Noboa Naranjo

La descendencia

En 1994 fallece Luis Noboa Naranjo, padre de Álvaro e Isabel Noboa, abuelo de Daniel Noboa. Ellos continuando con su legado, no han separado los caminos del manejo empresarial con el accionar político. Veamos algunos ejemplos:

“Alvarito” como lo llaman sus seguidores, es según la revista Forbes el hombre más adinerado del Ecuador, una élite económica que buscó ser una élite política por 6 veces, más de dos décadas ha sido una figura activa en diversos ámbitos, desde los ocurridos memes, hasta sus contradicciones con los políticos de turno.

Isabel es una figura que ha construido una imagen más diplomática, muy cercada a varios sectores, conferencista destacada y autora de libros como: “Perfil de un triunfador”, donde muestra sus vínculos con intelectuales como: Rodolfo Pérez Pimentel, Ángel Felicísimo Rojas, Paul Velasco Ruíz, Xavier Benedetti Roldós, quienes aportaron, comentaron y sugirieron a la hora de escribir el libro dedicado a la vida de su padre.

En 1995, Isabel Noboa Pontón recibió su herencia, en 1996 su entonces esposo, Isidro Romero Carbo fue elegido diputado de la provincia del Guayas por el Partido Social Cristiano. En 1997 conformó el Consorcio Nobis. Inicia este espacio empresarial con la Compañía Azucarera Valdez y el centro comercial Mall del Sol. Pocos años después logró una gran diversificación con presencia en: electricidad, agroindustria, negocios inmobiliarios, comercio, turismo. etc.

El consorcio es un espacio familiar que incorpora en la Junta Directiva a tres de sus hijos, Melisa Romero, Isidro Romero e Isabel María Romero. Esta última, esposa del exministro (período de Lenin Moreno) de Producción, Comercio Exterior Inversiones y Pesca, Pablo Campana. Isabel María Romero, también es madre del futbolista de la selección nacional Leonardo Campana, que inició su carrera deportiva en el año 2016 en las divisiones menores del Barcelona Sporting Club, equipo en el que Isidro Romero Carbo (abuelo) fue presidente del club por varios periodos 1982-1986, 1990-1997 y 2005-2006, además de candidato presidencial en las elecciones anteriores.

En 2017, a partir del Tratado Bilateral de Inversión[10] entre España y Ecuador este consorcio logró sumarse a las Alianzas Público-Privadas en la concesión del Puerto Posorja por 50 años, para construir y operar el primer puerto de aguas profundas en Ecuador. Lo hace en conjunto con la Sociedad Albacora S.A que es parte del grupo SALICA y con DP World, por una inversión privada de US 1200 millones. 

En junio de 2020, en plena pandemia el Consorcio Nobis, anunció que pasará de ser un consorcio a un holding gestor de inversiones, lo que le posibilitó atraer, invertir, administrar y gestionar recursos, nacionales y/o extranjeros. En este mismo mes, exactamente el 11 de junio de 2020, el entonces presidente Lenin Moreno emitió el Decreto Ejecutivo 1071, designando a Roberto Dunn Suárez (exdirector ejecutivo del Consorcio Nobis), como delegado permanente del presidente ante el Directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN).

La relación de Isabel con las élites políticas no mira ideologías sino hechos, recordemos que el mismo exmandatario Rafael Correa llegó a elogiar a Isabel Noboa públicamente, él decía: “es una gran empresaria, yo la quiero mucho, porque ha confiado en su país, ¡qué cantidad de inversiones ha hecho durante nuestro gobierno!”(La República EC, 2016).

Daniel Noboa, nieto de Luis Noboa Naranjo, hijo de Álvaro Noboa, y sobrino de Isabel, ex asambleísta, actual candidato presidencial.

Breves reflexiones  

Los altos niveles de desigualdad en que vivimos han generado una crítica abierta a las elites (económicas, políticas, intelectuales, eclesiásticas y militares) a nivel global, sobre todo por su gran influencia en asuntos públicos. Las políticas económicas y fiscales han sido las más criticadas por la sociedad en su conjunto, ya que se considera que están hechas para beneficiar y proteger a minorías ricas (Stiglitz 2012, Piketty 2014, Oxfam 2016).

En la última década se han incrementado los estudios relacionados con el poder de las élites, los grupos económicos, la captura del Estado y la desigualdad en América Latina (Cárdenas 2015, Durand 2016, Castellani 2018, Bull y Aguilar-Støen 2019, Sánchez-Ancochea 2020). Si bien las discusiones son diversas y tienen distintos enfoques teórico-empíricos, el panorama es parecido, todos los estudios analizan las lógicas de la acumulación, el ejercicio del poder de unos pocos en desmedro de muchos.

Estas tesis, no son novedosas. Ya décadas atrás Mills sostenía que “ningún tipo de hombre habría acumulado las grandes fortunas sino se hubieran dado determinadas condiciones de naturaleza económica, material y política” (Wright Mills 2013, 126) y que aquellos que “han ascendido a muy ricos han sido políticos, economistas e individuos de camarillas importantes; situados en posiciones que les permitieron emplear para fines personales la acumulación de ventajas” (Wright Mills 2013,141). Por lo tanto, una élite económica se convierte en tal, porque logran beneficios debido a sus vínculos con otras élites como las políticas. En el gráfico No. 2 podremos ver los elementos que dan origen a las grandes fortunas.

Gráfico No. 2

Origen a las grandes fortunas

Fuente: Mills, Charles Wright: La élite del poder, 2da ed. FCE. México, 2013.
Elaboración: Propia

No podemos generalizar a las élites económicas, debido a que sus intereses y estrategias de legitimación-acumulación difieren. Pero si podemos mirar como la acumulación de riqueza no solo tiende a perpetuarse de generación, en generación; sino también tiende a monopolizar las oportunidades de aquellos que no nacen en su seno (ver gráfico 3). Cabe recalcar que algunas elites económicas acumulan capital mediante la renta financiera, otras lo hacen a través de la agroexportación, otras de la importación y comercialización de bienes de consumo, otras de la especulación en el mercado bursátil, otras de la productividad de sus empresas, etc. Existen así mismos sectores que son altamente diversificados y tienen actividades económicas en todas las ramas productivas dentro y fuera de un país, generalmente articuladas en sociedades anónimas[11].

Gráfico 3

Ventajas y generaciones

Fuente: Mills, Charles Wright: La élite del poder, 2da ed. FCE. México, 2013.
Elaboración: Propia

Las elecciones

Un proceso electoral es principalmente una circulación de las élites, donde una fracción de la clase dominante busca llegar a las mayorías populares, usualmente descontentas con el statu quo y modificar la fórmula política. El campo político está liderado por la élite política. Los requisitos para ser parte de este grupo según Mosca son: educación, intelecto, moralidad, pero, además, “la elite política necesita una fuerte disposición psicológica hacia el uso de la fuerza, en caso de sublevación popular que pueda poner en riesgo los privilegios de la élite” (Meisel 1975).

Cousin, Khan y Mears (2018, 229-230) afirman que: “Las dos preguntas centrales que debemos hacernos sobre las élites siempre orbitan alrededor del tema del poder. La primera pregunta sobre el poder es la de su carácter: ¿cuáles son los contextos personales, relacionales, organizacionales, institucionales y culturales que permiten que algunos individuos y grupos dominen a otros? Y la segunda cuestión del poder es la de su alcance y grado: ¿cuál es el alcance de esta dominación? ¿qué tan unificada está y cuán fuerte es?

Respondernos estas preguntas en la coyuntura puede dar señales del carácter, alcance y grado de las relaciones de poder al momento de considerar a individuos o grupos poderosos frente a individuos o grupos sin poder o subalternos. Al mismo tiempo es vital reconocer las dinámicas internas de los grupos más poderosos, evidenciar las posibles acciones que desempeñarían en cargos políticos, además de evidenciar las características presentes en el seno de las élites.

¿Podemos afirmar que las elites están unificadas en un mismo bloque de acción conjunta o no? Sobre este tema encontramos dos puntos de vista; Wright Mills sostenía que más allá de la diversificación funcional entre las elites económicas, políticas, militares, intelectuales y eclesiásticas, existe unidad y cohesión. El conjunto de mando de la elite se unifica siempre que ven en riesgo sus privilegios y lo hacen para mantener sus intereses, inmunidades y privilegios.

Sin embargo, los análisis empíricos demuestran que las elites no son las mismas, no todas están cohesionadas y dispuestas a obedecer un liderazgo único, sus intereses no siempre coinciden, “la diferencia entre diversos grupos de elites dirigentes conduce a una pluralidad de actores e intereses que no siempre son congruentes, y a menudo pueden tener conflictos entre ellos. (Nercesian, Serna, Robles 2020). Por eso, una élite política que busca llegar al gobierno suele ser respaldada por una fracción de la élite económica.

A pesar de estas dinámicas, las elites son actores trascendentales en el quehacer económico y político de un país, lo que genera que sea vital estudiar a las diversas elites y las relaciones inter-elites para comprender sus articulaciones, diferencias, jerarquías y contradicciones. En cada región, país o territorio, las elites tienen sus propias dinámicas, en algunos casos puede existir una elite unificada y en otros puede que haya disputas internas por el poder. Actualmente continúan siendo débiles e insuficientes los intentos políticos e institucionales para regular la riqueza, establecer mecanismos fiscales efectivos que generen mayor justicia y bienestar social, y enfrentar colectiva y solidariamente los retos y consecuencias de la acumulación y la desigualdad.

Es necesario considerar que el poder, como la energía, pasa continuamente de una forma a otra, siendo la tarea de la ciencia social, investigar las leyes de esas transformaciones” (B. Russell 1938, 12-13-14 en Bourdieu 2009,195-196). En suma, de lo que se trata entonces, es de descubrir las formas simbólicas y las fuentes del poder, para no reproducir esquemas binarios y mecánicos, de dividir la sociedad entre los que dominan y los que resisten, pues esto ignora que hay múltiples sistemas de jerarquía. El concepto de subalternidad es relacional y relativo, porque hay tiempos y lugares en los que aparecen como sujetos subalternos que, en otros tiempos y lugares, desempeñan papeles dominantes. Más aún, en cualquier tiempo y lugar, un actor puede ser subalterno en relación con otro, y al mismo tiempo dominante con respecto a un tercero. (Mancero Acosta 2012, pág. 54)

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Referencias bibliográficas

Bourdieu, Pierre. 2009. El sentido práctico. México: Siglo XXI.

Bull, Benedicte, y Mariel Aguilar-Støen. 2019. “Peace-building and business elites in Guatemala and El Salvador: explaining the discursive ‘institutional turn’”. Conflict, Security & Development 19 (1): 121–41. https://doi.org/10.1080/14678802.2019.1561635.

Cárdenas, Julián. 2015. “Are Latin America’s Corporate Elites Transnationally Interconnected? A Network Analysis of Interlocking Directorates”. Global Networks 15 (4): 424–45. https://doi.org/10.1111/glob.12070.

Castellani, Ana. 2018. “Lobbies y puertas giratoria”. Nueva Sociedad 276: 48–61.

Cousin, Bruno, Shamus Khan, y Ashley Mears. 2018. “Theoretical and methodological pathways for research on elites”. Socio-Economic Review 16 (2): 225–49. https://doi.org/10.1093/ser/mwy019.

Durand, Francisco. 2016. Cuando el poder extractivo captura el Estado. lobbies, puertas giratorias y paquetazo ambiental en Perú. Lima: Oxfam.

Guerrero, Andrés. Los Oligarcas del Cacao. Quito: El Conejo, 1994.

Mancero Acosta, Mónica. 2012. Nobles y cholos: raza, gérero y clase en Cuenca 1995-2005. Atrio. Quito: FLACSO Ecuador. https://biblio.flacsoandes.edu.ec/libros/130597-opac.

Meisel, James H. 1975. El mito de la clase gobernante. Primera. Buenos Aires: AMORRORTU.

Miño Grijalva, Wilson. Breve história bancaria del Ecuador. Quito: Corporación Editora Nacional, 2008.

Nercesián, Inés, Miguel Serna, y Francisco Robles-Rivera. 2020. “Clase 2. Las élites y la dominación e influencia política”. Élites, influencia política y dominación social en América. CLACSO.

Noboa Pontón , Isabel . Perfil de un triunfador. Guayaquil: Fundación Nobis, 2005.

Oxfam. 2016. “Desigualdad extrema y secuestro de la democracia”. Institucional. Lima: Oxfam Internacional. https://www-cdn.oxfam.org/s3fs-public/file_attachments/reporte_iguales-oxfambr.pdf.

Piketty, Thomas. 2014. El capital en el siglo XXI. Santigo, Chile: Fondo de Cultura Económica.

Sanchéz-Ancochea, Diego. 2020. “La economía política de la desigualdad en el nivel más alto de Chile contemporáneo”. En Concentración Económica y Poder Político en América Latina, 326–61. Buenos Aires: CLACSO. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20200319051943/Concentracion-economica.pdf.

Stiglitz, Joseph. 2012. El precio de la desigualdad. Quinta. Madrid: Taurus.

Velasco, Fernando. Ecuador, subdesarrollo y dependencia. Quito: El Conejo, 1981.

Wright Mills, Charles. 2013. La élite del poder. Segunda. México: Fondo de Cultura Económica.

 


[1] Investigador académico y militante de las reivindicaciones por la soberanía alimentaria, la agroecología y la Economía Social, Popular y Solidaria. Politólogo por la Universidad Central del Ecuador, Especialista Superior en Cambio Climático, Magister en Relaciones Internacionales, Doctorando (PhD) en Estudios Latinoamericanos. Se ha desempeñado como docente-coordinador en CLACSO. Coordinó el Taller de Estudios Rurales de la Universidad Andina Simón Bolívar sede Ecuador. Es miembro de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural. Ha publicado varios libros y artículos sobre estos temas. Actualmente es rector del Instituto Superior Tecnológico de la Economía Social, Popular y Solidaria.

[2] El cacao fue el principal producto de exportación y acumulación del Ecuador de finales del siglo XIX e inicios del XX.

[3] Suegro de Matilde Flores, nieta de Juan José Flores, primer presidente del Ecuador.

[4] La época de oro de este Banco fue cuando estaba a la cabeza Francisco Urvina Jado, hijo del presidente Jose María Urvina 1852-1856, historiadores como Enrique Ayala lo llamaban el ‘Maldito de la Época’, lo apodaron así ya que imprimía billetes, financiaba gobiernos, en suma, instrumentalizó el banco a tal punto que “organizó una alianza política y financiera con el ala placista del partido liberal que lo convertirían en el “amo y señor” del país” (Miño Grijalva 2008). En 1925 fue destituido, encarcelado y desterrado a Chile.

[5] En 1915 por un préstamo del Banco Comercial y Agrícola en ingenio empezó la ampliación industrial con la compra de nueva maquinaria, en 1927 este Banco tomó a cargo la administración del Ingenio San Carlos. En 1937 este banco cerró sus puertas. En la gerencia estaba Juan Marcos Aguirre quién compró la mayoría de las acciones del Ingenio San Carlos, que pertenecían al Banco Comercial y Agrícola en liquidación. En 1938, se conformó, en la ciudad de Guayaquil, la Sociedad Agrícola e Industrial S.A, cuyo principal objetivo fue administrar los negocios y actividades del Ingenio, su primer gerente fue Juan de Dios Martínez Mera, ex ministro de hacienda de Isidro Ayora (1929-1931), expresidente de la República (1931-1933). En 1945 asumió la gerencia Agustín Febres Cordero, hermano del expresidente León Febres Cordero (1984-1988).

[6] Podemos ver ahora mismo como el presidente saliente viene del capital financiero.

[7] Luis Noboa Naranjo fue socio y trabajo con Juan X. Marcos hasta el final de sus días.

[8] Autor del primer estatuto del equipo de futbol guayaquileño Emelec en 1928, amigo cercano del empresario norteamericano George Capwell fundador de Emelec. Enrique Ponce Luque fue presidente del equipo por varios periodos mientras su sobrino Luis Noboa Icaza era el presidente del equipo de futbol guayaquileño Barcelona, años después este equipo pasaría a ser de Isidro Romero.

[9] En 1973, León Febres Cordero es detenido por orden del ministro juez de Sustanciación del Primer Tribunal Especial del Guayas, el coronel Iván Puyol, en el juicio contra la empresa Industrial Molinera de propiedad de Luis Noboa Naranjo, por supuesta defraudación al Fisco. Febres-Cordero era Gerente de la empresa y fue detenido y trasladado a la Penitenciaria del Litoral junto a Enrique Ponce Luque, acusado por el mismo caso. Posteriormente el Primer Tribunal Especial del Guayas, dicta sentencia en el caso de Industrial Molinera y deja exonerados de culpa a los acusados Luis Noboa Naranjo, León Febres Cordero y Enrique Ponce Luque. La empresa Industrial Molinera fue condenada a pagar una multa de tres millones 925 mil sucres en base a una presunta defraudación al fisco por eludir el pago de 20 centavos de sucre por kilo de trigo importado mediante cohecho.

[10] Para una lectura más completa sobre los TBIs leer: Devastadora Inversión. Carlos Pástor Pazmiño, Anthony Pozo Barrera, John Cajas Guijarro (https://abyayala.org.ec/producto/devastadora-inversion/).

[11] La sociedad anónima es la fuente de riqueza y la base del poder y de los privilegios incesantes de la misma. Todos los individuos de gran riqueza están identificados actualmente con grandes sociedades anónimas en que tienen situadas sus fortunas (Wright Mills 2013, 145)

Sociedad civil, todo y nada a la vez

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Imagen destacada Alfredo Espinosa
Alfredo Espinosa articulista La Disputa

Ciudadanos en el día, operadores con ansias de reconocimiento de los partidos políticos por la noche; así es buena parte de la sociedad civil ecuatoriana, convertida hoy en recicladora de opinadores como patente de corso para decir cualquier cosa. Algunos de sus integrantes, los más osados, se venden como todólogos que tienen bajo la manga la solución a los problemas éticos que ellos mismos crearon en su paso por el Estado, aunque los escondan como basura bajo la alfombra.

Personajes de coctel y falsos puristas que quieren estar por encima del bien y del mal; ex altos funcionarios que -por intermedio de la acción colectiva y la opinión pública- buscan retornar al poder sin asumir su responsabilidad en el cúmulo de descalabros institucionales que hoy atraviesa el Ecuador; y, pese a ello, todavía nos preguntamos, ¿a quién o a quiénes representan?, ¿quién los facultó para hablar en nombre de la ciudadanía?, ¿cómo llegaron estos personajes a la escena pública y mediática?, ¿qué tan independientes de la intervención estatal son sus recursos morales y su “potencial transformador”?, ¿qué tan identificados se sienten los ciudadanos con ese modelo de sociedad civil?

No solo parece sencillo, sino también un buen negocio, apalancarse en la composición ambigua de la sociedad civil ecuatoriana para hablar en nombre de todos y, a la vez, no representar a nadie; pues con ello, algunos políticos disfrazados de activistas han garantizado su supervivencia económica, mediática y política, al saciar su apetito de notoriedad y prestigio para acceder al esquivo mundo de las élites. Así pocos -contados con los dedos de la mano- con suma audacia han lucrado a costa de la apatía ciudadana bajo el mismo modus operandi utilizado por los dueños de los partidos políticos, quienes han sacado ventaja electoral y política a la ingobernabilidad del país. En resumen, nos han expropiado la palabra.

Los resultados de ambos están a la vista, tanto la sociedad civil como la sociedad política, han sido víctimas de sus propias crisis de credibilidad y representación; ambas tienen a su haber un desproporcionado número de organizaciones con nombres rimbombantes -unos más democráticos y disruptivos que otros- que no dan cuenta de su situación real de cáscaras vacías; pero también son víctimas de caudillos que se resisten a dar paso a una nueva generación de hombres y mujeres más dinámicos.

¿Cuántos conocen y se han empoderado de los mecanismos de participación ciudadana como la silla vacía, los cabildos populares o las asambleas ciudadanas? ¿Cuántos colectivos han elaborado propuestas de iniciativa popular normativa para presentar proyectos de ley a la Asamblea Nacional? ¿Desde qué espacio se forjan los ecuatorianos como sociedad? ¿Desde dónde hacen política? ¿Cuál es ese ámbito de confluencia de voluntades ciudadanas? Todo da cuenta de que el remordimiento y la frustración colectiva son el eje catalizador de una participación ciudadana de estirpe quejumbrosa.

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La decisión

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Gabriela Celorio

Mario sentado en su escritorio, sus ojeras pronunciadas son el resultado de una semana bastante ajetreada, su esposa entra con una taza de café y un sánduche al estudio, es media noche.

– Mario por favor deja de pensarlo, tú deberías ser el candidato, yo estoy bastante organizada con nuestros temas personales, acepta. Le dice Sonia su esposa.

-No lo creo, me falta tanto por aprender, los niños son pequeños…

Ella lo mira con dulzura sin decirle nada más, se retira, cierra la puerta y luego le grita que lo espera en la recámara.

Los cabellos revueltos y rizados enfatizan su estrés, y su desesperación. Continúa con los cálculos de las elecciones, sabe que él ganaría si es candidato, pero no quiere. La decisión la tomó hace dos meses cuando su esposa se enfermó y cuidar a sus hijos le dejaba poco tiempo para su trabajo. Amaneció y por fin logró la fórmula perfecta para que su compañero de partido sea el candidato, con una mueca casi de dolor fue a desayunar y su esposa lo esperaba.

-¿Tomaste una decisión?

-Lo hice

-Voy contigo a la sede.

-Por favor no vayas, si estás viéndome, no podré negarme.

-Eres ingenuo, debes aceptar, si no lo haces, todo será en vano.

-Es demasiada responsabilidad, no creo que pueda aceptar. Vamos se nos hace tarde…

De modo solemne se paró en medio de la sala para dar su decisión al pleno. Casi unos mil participantes aplaudían, mientras Mario tomaba el micrófono y lo probaba para que lo escucharan con atención. Él los miraba, casi conocía a todos los asistentes, pasaba la mirada por cada una de las personas, llegó a la cara de su esposa donde ella le decía que acepte, él bajó la mirada y les presentó su decisión.

Cuando acabó el discurso, todos estaban muy serios, pero convencidos de que el nuevo candidato lograría llegar a la Presidencia, la campaña la llevó Mario y ganaron. Poco tiempo después el candidato que él puso era derrocado por allá en los 70s en un país llamado Chile.

Mario recordó los últimos tres años luego de las elecciones, mientras uno de los militares lo golpeaba en el rostro y lo metía en una camioneta blindada, donde se despedía de su esposa y sus hijos para no volverlos a ver nunca más, supo que su decisión fue equivocada…

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Una historia importante

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Álvaro Peña
Fuente: pixabayv

Deshacerse de las cargas emocionales negativas producidas por el trabajo, lo azaroso de las incertidumbres, la vida agitada a veces sin sentido y sobre todo precaria, había sido el principal motivo de aquel viaje que se convertiría en el punto de inflexión en el inexorable plan de vida que Leonardo diseñó para el mediano y largo plazo.

No quería irse de aquel lugar sin experimentar algo diferente, algo que llame su atención, algo que de sentido a su estancia y que sea digno de recordar. Quería hablar de aquello en las amenas charlas con sus amigos cercanos. No, tenía fe. Sabía que alguien rondaba por ahí, atendiendo las señales que damos cuando buscamos algo y queremos darlo todo.

El color de sus ojos con el brillo del sol se acentúa, sus ojos son como esmeraldas acrisoladas que enamoran y hacen que, así como se anhela los mayores bienes, se anhele una mirada porque excita, exacerba, incita y enamora.

La primera mirada fue la señal de que estaba en el lugar correcto; en el lugar que, hasta hace unas horas, no fue de todo su agrado. Su presencia le dio el toque mágico. Estoy aquí y ahora. Estas aquí y ahora. Entre tú y yo, solo hace falta un sí. Un vamos a vivir, un vamos a explorar. Vivir hoy, vivir con sentido.

La cursilería siempre le pareció pesada. Su corazón estaba embotado y duro como una piedra, era un lugar inhóspito, su acceso era muy difícil y estaba reservado para alguien especial. También estaba lleno de orgullo y hasta ese día no había querido doblegarlo. Llegar a ese nivel, fue el proceso de años de preparación, sobre todo emocional, pensaba que, todo el trabajo invertido, merecerían personas con igual convicción.

Escuchar su nombre en su meliflua voz excitaba la dopamina y la elevaba al máximo. Escuchar un te quiero, hablar de las trivialidades de la vida y prestar su atención eran algunas de las cosas que hace años descuidó. Le gustaban. Se sentía querido. Su trato rompió con los prejuicios que siempre tuvo respecto al amor. Fue el azar. Por primera vez pensó que hay casualidades que valen la pena conservar y ponerles mucha atención porque cambian el curso de la vida y le dan sentido.

Llegó a entender el vallenato, su letra y las emociones que este género musical provocada en sus adeptos. Ahora formaba parte de ellos y le gustaba como se sentía. Hoy acepta sin temor que el vallenato tiene la mejor letra del mundo porque se la canta de la experiencia vivida del amor, es poesía en estado puro.

Hay mucho que perder, sin embargo, hay más que ganar y eso le parece atractivo. Perder algo, implica aceptar la incertidumbre de que se puede ganar más de lo que se invierte. Así funciona en los negocios, así funciona en el amor. La sola idea de que está apostando mucho, a veces le disgusta, porque se sale de sus complejos mentales, es un hueso duro de roer. ¿Qué hacer? Casi siempre no lo sabe. Solo sabe que le gusta sentirse así. Hay química, hay correspondencia, hay iniciativa. Hay interés…

Entrar en las profundidades de la otra persona lo hace conocerse a sí mismo. Mira en aquella, lo que siempre anheló. Alguien con quien compartir, alguien con quien pelear, alguien con quien hacer salir el monstruo que lleva dentro y que con una sola mirada o gesto de cariño se doma por completo. Su lado agreste se desnuda y se reviste de delicadeza. Tiene miedo de creer que esté viviendo una historia en la que él es el protagonista y sobre el cual debe versar todo. Aún quedan resquicios de egoísmo en su actuar. Los quiere desechar, de eso no tiene duda.

Como tampoco tiene duda de que quiere amar. De hecho, hoy entiende que el sentido último de la vida es justamente eso: amar y ser amado. Por eso nos recordarán, por el amor profesado y demostrado. No hay mejor legado.

No sabe hasta donde llegará esta historia. Comparten, exploran, viven y hasta prometen. Aún hay que dar la estocada final. Empezó el idilio, empezó la fábula, la están forjando todos los días. Sabe que esta es una historia importante y que, como tal, pondrá su mejor esfuerzo. Quiere que, como todos los cuentos de amor, tengan un final feliz.

Fuente:pixabay

Los candidatos, su génesis política y el balotaje electoral 2023

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Imagen destacada Alfredo Espinosa
Alfredo Espinosa articulista La Disputa

La trayectoria electoral de los candidatos finalistas a la segunda vuelta para la Presidencia de la República del Ecuador -Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (33,61% de votos válidos); y Daniel Noboa Azín, de la Alianza ADN, (23,47% de votos válidos)- lejos de ser bifurcada como muchos podrían pensar, tiene sendas líneas de encuentro en la gestión pública como en la política.

Una de ellas tiene que ver con el modesto aporte de ambos presidenciables durante su paso por el Parlamento. En 24 meses de trabajo legislativo, Luisa González y Daniel Noboa presentaron -cada uno por su cuenta- tan solo dos proyectos de ley, esta labor se empareja con el uso poco eficiente de sus curules: 28 intervenciones de la candidata correísta en 545 asistencias al Pleno de la Asamblea; mientras que, el hijo del cinco veces candidato presidencial -Álvaro Noboa Pontón- no se quedó atrás, tuvo 11 intervenciones en 286 asistencias con una particularidad. Noboa Azín principalizó a su suplente en 295 ocasiones, sobre todo cuando tenía que votar por temas considerados polémicos, como: el aborto por violación, lavado de activos, ley de inversiones, desarrollo económico, censura el ex contralor Pablo Celi, la destitución al Presidenta de la República Guillermo Lasso y, el paso a su juicio político. No obstante, la presencia pública y la producción legislativa de los contendientes de este balotaje electoral fue -por decir lo menos- pobre, quizás por ello los ciudadanos no los identifican como parte de esa Función del Estado.

Pero esto no es lo único que comparten González y Noboa, su pasado y presente partidista van más allá de una Asamblea Nacional desprestigiada y con infraniveles de aceptación (4%). La única mujer finalista de una lid presidencial y el hijo de uno de los empresarios más potentados del país, encuadran sus candidaturas en las dos vertientes políticas del correísmo.

La una, ligada a quienes son leales a la dictadura que gobierna la Revolución Ciudadana (ex Alianza País), cuya presencia en el Parlamento alcanzará más de 50 curules producto de estas elecciones anticipadas, con el atenuante de que 35 de los 43 legisladores reelectos -que fueron cesados por el Decreto Ejecutivo 741 del 17 de mayo de 2023 sobre la “muerte cruzada”- son de esta tienda política; y, la otra, asociada electoralmente a quienes se califica de “traidores” a ese proyecto personalista, integrado por algunos de los parricidas políticos de Rafael Correa en 2021: la extinta Alianza País hoy MOVER y el movimiento Pueblo Igualdad y Democracia (PID), cuyo director es Arturo Moreno, primo hermano del ex Presidente de la República, Lenin Moreno Garcés.

Sin embargo, la relación entre Noboa y los Moreno parece algo más que un hecho aislado, ya que Edwin Moreno -hermano del exmandatario- auspició la candidatura legislativa de Noboa Azín en 2021.

¿Acaso esta elección nos pondrá a decidir a los ecuatorianos entre el haz y el envés de una misma hoja? ¿Asistimos a una segunda vuelta electoral entre “lo viejo” y “lo nuevo”, entre la experticia de una organización política en la administración del Estado -con sus múltiples reparos éticos- y la novatada de un joven ambicioso, parco de humildad y heredero de la red clientelar que acuñaron sus padres con el extinto partido PRIAN?

Lo único cierto es que, esta segunda vuelta electoral pondrá en evidencia como dos vertientes del populismo ecuatoriano pugnan por llegar a Carondelet con relatos que seguirán flotando en la esfera de las ambivalencias ideológicas, los discursos maniqueos e incluso las apologías al odio y la venganza plagadas de un personalismo extremo.

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Los nuevos retos en la gestión del talento humano. Una visión ganar – ganar

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María Paula Espinosa
María Paula Espinosa

Es indudable que la pandemia del COVID-19 impactó diversos ámbitos además del sanitario, generando cambios significativos en hábitos, cultura, valores, entre otros aspectos del ser humano. En el caso de las organizaciones, se visibilizaron por primera vez y de manera amplia, estrategias como el trabajo colaborativo y el teletrabajo, que, aún con la presencia de la tecnología no habían logrado concretarse hasta entonces.

Con la llegada de la pandemia, el teletrabajo fue adoptado de manera prácticamente forzada, poniendo a consideración elementos importantes como: la posibilidad real de conciliar la relación familia – trabajo, el tiempo dedicado al trabajo y al ocio, el contar con ambientes e infraestructura adecuados,  la necesidad de relacionamiento continuo, el tipo de trabajo pertinente  para los nuevos formatos, el enfoque en resultados, entre otros. Elementos que siguen siendo objeto de análisis y discusión en diversas esferas. No obstante, una vez superada la pandemia, en un gran porcentaje las organizaciones han vuelto a la “normalidad” es decir, a los esquemas y prácticas laborales que se tuvieron antes del COVID-19.

Las razones son diversas: “productividad”, “creatividad”, “relacionamiento” y “cultura”, incluso, en directivos más tradicionales se asocia a la oficina como el espacio exclusivo para el trabajo, mientras que la casa se asocia a cualquier actividad de cuidado no remunerado. Así, varios directores generales a nivel mundial ordenaron a todos sus empleados volver a sus cubículos (Ito, 2023). Además, se han potenciado otros entornos de trabajo como el coworking, en el que, mediante un espacio compartido -físico o virtual- los profesionales individuales o autónomos cuentan con la modalidad parcial o total de teletrabajo, diversificando así los esquemas laborales.

Hasta la fecha han surgido diversos análisis y estudios orientados a adoptar o no estos nuevos esquemas de trabajo, migrar a modalidades más híbridas, o simplemente regresar al esquema tradicional, pero, si de algo estamos seguros, es que el perfil de los trabajadores cambió y esto reta significativamente a las organizaciones a poner atención especial en su “cliente interno”.

La flexibilidad y la capacidad de adaptación son una necesidad, y como señala Zayas (2023), estamos viviendo realmente un cambio en el perfil del talento humano y de sus expectativas en relación con su situación laboral. El mismo artículo cita algunas estadísticas relevantes que dan cuenta de esto, pues, de acuerdo con Talent Trends 2023, el 55% de los profesionales está en búsqueda activa de empleo o considera que lo estarán en los próximos 6 meses. El 92% están abiertos a un cambio. El 56% de los trabajadores rechazaría una promoción si considera que le va a perjudicar en su bienestar -independientemente del aumento salarial- y el 70% de los empleados elegiría salud mental y equilibrio entre vida personal y profesional frente a un plan de carrera.

Hoy más que nunca es necesario estar enfocados en la motivación y en el bienestar de las personas, no basta con alcanzar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, al contrario, la  ecuación de valor es otra e integra: remuneración + desarrollo profesional + flexibilidad, por tanto, los modelos de gestión de recursos humanos tradicionales aún enfocados en el control y en la productividad tienen que adoptar nuevos esquemas para que, por un lado, puedan ser más ágiles, pero también más humanos.

Esta necesidad nos lleva a pensar no solo en la “experiencia del cliente externo”, sino en la “experiencia del empleado”, antes, durante y después de estar en la organización. Para Gras (2023), los líderes deben enfocarse en las siete necesidades humanas de los empleados con el mejor desempeño:

• Bienestar

• Conexión

• Claridad y certidumbre

• Significado

• Desafío

• Visión de futuro

• Felicidad

Esta nueva visión y las acciones que vienen con ella, requieren renovados liderazgos, capaces de implementar estrategias visionarias y actualizadas. No basta con políticas de teletrabajo, son necesarias verdaderas estrategias de conciliación, trabajo familia, mediadas por objetivos claros y resultados, pero, y de manera especial, por un ambiente basado en la confianza, en la agilidad, en la innovación y en la creatividad. No hay nada más desastroso que seguir haciendo lo mismo, que los empleados se vean limitados, que la burocracia nos absorba, y que dejemos de ver planes de crecimiento y desarrollo de futuro.

Desde luego, para el empleado el reto también es mayor. Es prioritario responder a esta confianza con foco en objetivos y en la estrategia de la organización, de tal manera que sus acciones y actividades estén altamente alineadas a los intereses y planes de crecimiento de la empresa. Para ello, se requiere, entre otras acciones, una continua actualización mediante procesos de formación continua, que permitan adaptarnos a las nuevas demandas del entorno laboral, sumado a la importancia de seguir potenciando los entornos colaborativos y de aprendizaje. Seguramente, este es uno de los detonantes más importantes para la transformación organizacional de la que se habla hoy en día, la que va más allá de un discurso o de una transformación exclusivamente tecnológica o del modelo, orquestada por una oficina de proyectos.

Es necesario un modelo de transformación organizacional completo que, de acuerdo con González (2022), “está orientado, por una parte, a innovar en su actual modelo de negocio, capturando nuevas oportunidades de crecimiento y, por otra, a transformar la propia organización, desarrollando nuevas capacidades en el equipo y nuevas competencias en las personas, empezando por la alta dirección”.

Actualmente, se habla mucho del propósito, empresas que han definido su operación principal basada en valores, y que persiguen estrategias alineadas con esa razón, y que de acuerdo con Lleo de Nalda et al. (2022) obtienen muchas ventajas como: mayor enfoque, empleados más comprometidos, clientes más leales y un mejor rendimiento financiero. Qué importante que este propósito se comparta a toda la organización y motive verdaderamente a la acción, pero que de manera especial esté alineada al propósito de cada uno de los miembros de la organización.

Espero que estas reflexiones nos ayuden a situarnos en la realidad actual, a no perder de vista la responsabilidad que como líderes tenemos y a buscar siempre verdaderos escenarios ganar – ganar con un alto enfoque en la persona y el desarrollo humano.

 Referencias

Ito, A. (19 de abril de 2023). BusinessInsider. Obtenido de La verdadera razón por la que los jefes están aterrorizados por el teletrabajo: https://www.businessinsider.es/razon-jefes-estan-aterrorizados-teletrabajo-1231614

Zayas, J. L. (14 de Junio de 2023). elEconomista.es. Obtenido de Un cambio en el paradigma del talento: la Revolución Invisible: https://revistas.eleconomista.es/pais-vasco/2023/junio/un-cambio-en-el-paradigma-del-talento-la-revolucion-invisible-ED14356471

Gras, R. (07 de Junio de 2023). fundació Factor humá. Obtenido de Notícies: https://www.factorhuma.org/ca/actualitat/noticias/15692-research-shows-happiness-is-the-new-performance-indicator-this-is-how-managers-can-support-it-la-investigacion-muestra-que-la-felicidad-es-el-nuevo-indicador-de-desempeno-asi-es-como-los-directivos-p

Lleo de Nalda, A., Montaner, A., Edmondson, A. C., & Sotok, P. (07 de Junio de 2022). MITSloanManagmentReview. Obtenido de Desbloquea el poder del propósito: https://sloanreview.mit.edu/article/unlock-the-power-of-purpose/?social_token=da28a6b0800fa270047f4a5a06026f7b&utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=sm-direct

Gonzalez, A. (2022). Cabeza, corazón y manos. Como acompañar en un viaje de transformación. Alienta.

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El debate, la indolencia y las elecciones

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Alfredo Espinosa articulista La Disputa

El pasado domingo 13 de agosto, los ecuatorianos presenciaron el peor debate presidencial desde el retorno a la democracia, un espacio que le quedó debiendo al país a tal punto que la institución debate -como bien público- y el derecho al voto informado de los ciudadanos han sido seriamente devaluados por una metodología confusa que marcó el compás de tres horas tortuosas, plagadas de ofertas con muchos qués y pocos cómos.

Interrumpidas en algunos tramos por el cruce de estribillos violentos entre candidatos del que no se salvaron ni siquiera los moderadores. Quienes lucharon contra corriente al pretender que ese evento aparente ser lo que nunca fue: un debate con fluidez argumentativa, solvencia programática y ganador visible. Cuya única herencia tangible hasta la presente, es un tsunami de memes y carcajadas producto de la incompatibilidad entre el lenguaje verbal y corporal de los candidatos. Entre lo que dijeron y sus planes de trabajo, su manojo de nervios y la incapacidad de algunos para expresar de manera diáfana sus acuerdos y disensos.

El resultado de este acto hilarante y bochornoso para propios y extraños salta a la vista. La opinión pública ya no habla de triunfadores, sino de perdedores y quizá el mayor de ellos es la ciudadanía. También dos o tres candidatos que no justificaron su presencia en la papeleta presidencial, pese a las maquinarias propagandísticas y financieras que operan a su favor -sin restricción- tanto en las calles como en las redes sociales. Y, por supuesto, los organizadores de este programa televisivo que, desde el año 2021, miran al debate electoral como un simple hito más a cumplir, sin importar su calidad, un trago amargo con el que han tenido que lidiar los ciudadanos a pretexto de las infaltables excusas revestidas de “buenas intenciones” y del “aprendizaje” tutelado por la cooperación internacional.

Quieran o no, la institución debate electoral ha sido secuestrada por el propio Código de la Democracia y entregada -en bandeja de plata- a las personas menos indicadas.

En cuanto a las preguntas formuladas para los cinco ejes temáticos, estas fueron por excelencia demasiado ambiciosas, tanto, que arrojaron de los candidatos un sinnúmero de propuestas sin garantía de cumplimiento, con alta dosis demagógica y un perturbador trastorno de desrealización, que elude por conveniencia la temporalidad que tendrá el nuevo binomio presidencial. Si en cuatro años de gobierno los presidentes no cumplen con la totalidad de sus planes de trabajo, ¿cómo aspiran estos siete individuos hacer maravillas en menos tiempo?

Sin embargo, este desastre televisivo se quedó corto frente a la contumaz indolencia institucional de quienes intentaron anular de la discusión presidencial -en lo público y en lo simbólico- el execrable hecho que acabó con la vida del candidato Fernando Villavicencio Valencia. Irónicamente sus pares -dos de los siete candidatos- llevaron en sus ropas los listones que el Estado electoral le negó al podio que iba a ocupar “Don Villa” en el debate. También cuatro de ellos mencionaron su nombre, pese a la notoria incomodidad de quienes se sintieron amenazados con cada una de sus críticas, expuestas incluso el mismo día de la inscripción de su candidatura.

¿Dónde quedó la empatía con el extinto candidato y con una democracia cada vez más vulnerable al odio y la criminalidad? Arrumada tras bastidores en un espacio no mayor de metro y medio, ahí -casi imperceptible- se colocó un pequeño listón de cartulina negra y rosas oscuras. Un espacio inobservado por el ajetreo de sus vecinos. En contraste, a las afueras del set de televisión, el candidato presidencial -reemplazo de Fernando Villavicencio- Christian Zurita, junto a un grupo de ciudadanos, pedían ingresar al medio de comunicación para que esa dignidad no quede confinada en el olvido.

La negativa fue tajante y la razón es más que obvia: la excepcionalidad en la ley o su aplicación rígida, se deciden y moldean al calor de la supervivencia política y los intereses de sus administradores.

Finalmente, de cara a las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas de este 20 de agosto, el debate electoral dejó dos lecciones importantes a los ciudadanos que acudirán a las urnas: La primera, es que la aparente “solución” de algunos candidatos y ciertos partidos políticos frente a la situación de crisis que atraviesa el país, es abrazar cálidamente la aspiración refundacional que traería consigo un posible llamado a consulta popular, para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, con miras a elaborar una nueva norma suprema, seguramente el traje a la medida de quien se siente en Carondelet.

La segunda, tiene que ver con la puesta en escena de la institución debate electoral que, ante la opinión pública, refleja las serias dificultades que tenemos los ecuatorianos para sentarnos a intercambiar ideas y defenderlas por fuera de los esquemas propios de las riñas personalistas de calle, la apología al odio y la venganza, y los guiones prefabricados sin un apéndice de originalidad. Esta incapacidad para dialogar entre los candidatos -que muchos pudimos observar en el debate presidencial- es la sintomatología plausible de una grave crisis de identidad política e ideológica que ha hecho de los partidos organizaciones de alquiler -cascaras vacías- o espacios para la transacción de candidaturas improvisadas -sin mayor preparación ni solvencia moral- a costa de la voluntad de los electores.  

¡Por el país, a sufragar con responsabilidad!…

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Cómplices “de lujo” del sabotaje

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Alvaro Espinosa Imagen destacada Opinión
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El historial de acciones conspirativas de nuestra inefable Corte Constitucional demuestra el alcance de su confabulación con la sed de retorno del correísmo y la animadversión caprichosa del socialcristianismo en contra de Guillermo Lasso.

Si quisiéramos rastrear los orígenes de este complot, bien podríamos retrotraernos al reconocimiento jurisprudencial de las guardias indígenas a inicios de 2022. Aprovechándose de una sentencia a propósito de un conflicto minero en la Amazonía, la ocurrencia de los ilustrísimos togados aprestó el escenario legal -como vaticinando el asedio criminal de junio de ese mismo año- para que los terroristas que asaltaron convoys con alimentos y vituallas (con el saldo del Sgto. José Chimarro asesinado). Incendiaron UPC’s, contaminaron el agua, invadieron pozos petroleros y antenas repetidoras, secuestraron policías, militares y funcionarios públicos, bloquearon el paso a ambulancias con enfermos (cuya muerte propiciaron), y expidieron salvoconductos como medida extorsiva. Fueron absueltos de todos los cargos, desde su cabecilla hasta el eslabón más bajo de la cadena guerrillera; en suma, permitieron que el conato de golpe de Estado que Leonidas Iza y su grupo paramilitar organizaron sea perdonado.

Casi un año después, en otra de sus brillantes epifanías de medianoche, los jueces “de lujo” consideraron que era prioritario descongelar la pregunta anacrónica de la consulta popular de los Yasunidos respecto a la explotación petrolera en el Bloque 43. No así el regular el uso de las garantías jurisdiccionales para evitar que jueces mafiosos de parroquias remotas liberen a sentenciados por corrupción del correísmo y a narcos con los que comparten anécdotas y abogados.

Es más, el mismísimo Alí Lozada se envalentonó, cuando los presidentes de la Corte Nacional de Justicia y del Consejo de la Judicatura, en ese entonces, le solicitaron que aclare el alcance del habeas corpus. “Las manifestaciones públicas del presidente de la Corte Nacional de Justicia y del Consejo de la Judicatura parecen desconocer las competencias propias de la Corte Constitucional, la jurisprudencia sobre el habeas corpus y la institución del precedente vinculante”, espetó en su solemne lavatorio de manos.

Apenas hace unas semanas, él mismo y los jueces a su cargo recordaron ese pendiente que se empolvaba en sus escritorios desde hace dos años, con Jorge Glas, Daniel Salcedo, Leandro Norero y los cabecillas de los grupos criminales responsables de las masacres carcelarias y la inseguridad en las calles, como principales usufructuarios de su indulgente despiste.

Misteriosamente, tan pronto Lasso disolvió la Asamblea Nacional y con ella puso fecha a su salida, la Corte Constitucional empezó a revisar la competencia territorial de jueces de garantías jurisdiccionales y dilucidó el alcance de la imputación del prevaricato cuando proceden contra ley expresa. En buen romance, esperaron hasta que Lasso cronometrara su marcha para hacer lo de dos años en dos meses ¿Hace falta decirlo?

Volviendo al tema petrolero, el mensaje de la Corte no podría ser más claro y nefasto: Ecuador no es un país con seguridad jurídica, por lo tanto, la inversión extranjera, aun cuando ya destinó sus recursos para la ejecución de cualquier actividad económica, en cualquier momento puede suspenderse por la arbitraria decisión de nueve personajes intocables y que no representan a nadie. Una sutil jugarreta para espantar el capital extranjero y frenar el crecimiento económico. Inaudito.

Ni hablar de la admisión a trámite del juicio político contra Lasso sobre la base de un informe de Contraloría que jamás existió y un perjuicio al Estado que, jamás se demostró en la insufrible práctica de pruebas. Otro desafortunado precedente para quien asuma en lo posterior la presidencia de la República.

La lógica es como sigue: si un grupo de golpistas lo suficientemente numeroso se organiza contra el Ejecutivo y presenta una solicitud con omisiones de todo tipo, (ortográficas, argumentales y procedimentales), la Corte Constitucional aceptará el pedido de buena gana. Lo que suceda después no es un asunto que les concierna o siquiera les importe; muerte cruzada o destitución. Ellos son apenas un semáforo en el camino de la inestabilidad.

El filtro constitucional de la Corte, según parece, sólo se activa para interpretar antojadizamente la urgencia de las medidas que tome Lasso, algo que ni la Asamblea Nacional del 4% de aprobación se atrevió a hacer. Los requisitos para la calificación de las propuestas se elevaron a tal absurdo que todo lo relacionado con zonas francas, beneficios a estudiantes coactivados por créditos educativos y facilidades a empresas con problemas de liquidez, tras audiencias públicas dilatorias, fueron descartados para que la futura Asamblea los incorpore a su ya extenso legajo de procesos represados.

Pero el petróleo no es lo único que provoca sus rabietas ambientalistas; la minería también está prohibida en su evangelio constitucional. Así, el 1 de agosto, la Sala de Admisión de la Corte Constitucional admitió a trámite una acción pública de inconstitucionalidad contra el Decreto N° 754, respecto a la consulta ambiental, interpuesta por la CONAIE, -clientes frecuentes de sus fallos- de modo tal que más de 100 proyectos de inversión, entre minas, hotelería y tratamiento de aguas, quedaron, de nuevo, suspendidos. Así es, más obstáculos al desarrollo económico del país.

En el juicio ciudadano, la evidencia contra la Corte es contundente. Las pruebas sugieren que los 9 jueces son causantes de la inestabilidad política agravada en Ecuador; sin embargo, los sentenciados a una pena todavía indivisa somos nosotros, sus víctimas, sus damnificados. Ahora nos debatimos entre el regreso de la mafia y la improvisación. Ellos, ocultos en sus refinados tecnicismos jurídicos y su pedantería, disimularán sin éxito su complicidad con el sabotaje.

Reflexionemos sobre la Ley de la Correspondencia

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Andrés Ojeda

Pensemos por un momento en un niño que atraviesa por alguna enfermedad o abuso, o que en el mundo hay pobreza, hambre, corrupción, violencia y guerras ¿Somos conscientes que hay cosas que suceden por desconocer y vulnerar las leyes universales? Por más negativo que parezca, alterar el orden universal genera todos los males de la humanidad.

La vida no nos da «en bandeja de plata» todo lo que queremos, ni nos consciente todos los caprichos. Pasa lo que tiene que pasar y cada quién viene con su «mochila» de experiencia. Inconscientemente desobedecemos la ley y eso siempre tendrá causas y consecuencias. Aunque cueste aceptar, todos los seres humanos, sin excepción, estamos aquí y ahora para aprender y evolucionar. Ahí está la razón de ser por la que estamos en el plano físico.

Esta ley proviene del Kybalión, un documento publicado en 1908​ por el autor William W. Atkinson, donde se establecen las siete leyes universales: mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa-efecto y género. Este artículo se centra en la ley de la correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera; lo cual siempre va a condicionar la parte física, mental y espiritual. También se conoce como ley espejo, o sea, lo que observas externamente como realidad, sólo es tu forma de apreciar la realidad.

Puedo citar un ejemplo: lo que opinas del vecino, no es quien sea tu vecino, sino lo que percibes de él, y eso condiciona tu vida. Si quieres que tu vecino cambie, deberás cambiar tu percepción de él. Este principio determina el curso de las cosas y de las personas, da sentido al trajinar de la vida y nos libera de muchas cargas. Erróneamente, pensamos que todo lo que nos acontece es injusto, pero sólo son falsas creencias de culpabilidad, injusticia y victimización. Detrás de una situación, fácil o difícil, hay una finalidad. Todo pasa en la medida justa y necesaria. Los conflictos se generan porque la mente está llena de ideas preconcebidas que contradicen esos principios universales.

Muchos problemas están relacionados con el ego que sólo le gusta obtener lo que quiere. Buscar en esta ley nos libera de limitaciones mentales y nos ayuda a afrontar la realidad. El ego va en contra de la ley, porque nos conduce a hacer cambios externos, cuando lo que necesitamos es hacer cambios internos y en ese intento nos satura con más dificultades.

Al desarrollar un desbloqueo mental no tengo que modificar a nada, ni a nadie. La transformación está dentro de uno y tiene que ser espontánea. Al renunciar a cambiar a los demás, los acepto, dejo de luchar contra ellos y evito el sufrimiento. No es resignación, ni conformismo, es comprender. Luchar contra esta ley arrastra más problemas, pues muchas veces forzamos situaciones que no son correspondidas, causándonos más frustraciones. Si hay correspondencia, todo fluye, en su defecto, habrá trabas e impedimentos.

La terquedad del ego no deja avanzar hacia el entendimiento. Con constancia y perseverancia se cumplen los objetivos, pero también hay que dejar la testarudez y hacerse a un costado si la reciprocidad no se manifiesta. El egocentrismo nos deja «sin pan, ni pedazo», mientras gritamos a los cuatro vientos que la vida es injusta.

 Las adversidades traen consigo una lección de transformación interna para despertar y reconectar. El punto es sacar ventaja de las dificultades, asumiendo con sensatez el por qué y para qué nos ocurre una determinada situación. Es ahí cuando, la existencia adquiere un significado valioso, es mirar en el pasado y agradecer por las enseñanzas obtenidas en momentos de oscuridad, sabiendo que, a pesar de todo, fue necesario para avanzar.

La Ley de la Correspondencia está involucrada con el desarrollo espiritual y evolución de la conciencia, también está el karma como el destino que nos toca y el dharma como el propósito de vida. El ego es incapaz de comprender que todo pasa por algo y es necesario para quien lo experimenta. Al buscar lo que no tenemos, restamos valor y desaprovechamos lo que está a nuestro alcance. Es imprudente buscar lo que no se necesita o perder lo que debemos atesorar. Si hay reciprocidad, lo conservamos y si no, lo perdemos, así de simple.

La Naturaleza es un ejemplo perfecto de reciprocidad por ser el centro donde se alberga la vida humana, los animales, las plantas, las montañas, el sol, los minerales y los microorganismos. Desde los seres más evolucionados hasta los más diminutos, todos cumplimos un papel específico y todo está conectado entre sí. Las acciones humanas infringen las leyes de la naturaleza generando impactos negativos para nosotros mismos y para excusarnos le pusimos el nombre de «desastres naturales».

Toda acción genera una reacción, es decir, nuestros actos siempre van a determinar la manifestación de la ley. Como especie humana desconocemos que poseemos enormes cualidades, pero no estamos en capacidad de manifestarlas. Necesitamos pensar diferente de lo que nos enseñaron, aprendiendo a desaprender; aprendiendo a enseñar.

El hombre está basado en ideas equivocadas que rigen cada uno de sus actos. Hemos olvidado nuestra verdadera naturaleza y también el actuar en concordancia con ella. Esa esencia está justo dentro de uno mismo. Por más millones de años de supervivencia que tengamos, necesitamos construir una civilización más elevada como nunca ha existido. Estamos aquí por un motivo, hay una misión que cumplir. En esa línea de tiempo, la humanidad no ha cambiado mucho, como tampoco han cambiado los errores generacionales cometidos, solo nos hemos adaptado a las condiciones que nos rodean. Se ha avanzado tecnológicamente, pero no espiritualmente. Urge un despertar en sabiduría.

La Ley de la Correspondencia ayuda a cuestionar los viejos dogmas y a sanar traumas. En esa sincronicidad, no existen coincidencias solo causalidades. En cada paso que damos, vamos creando una realidad. Si queremos que cambien los frutos, tenemos que cambiar las semillas que sembramos en la mente.

La consciencia es similar a una oruga que se forma hasta llegar al estado de mariposa. Dado que el sistema educativo no nos enseña de autoconocimiento, ni de desarrollo espiritual, a la mayoría nos toca graduarnos por cuenta propia en «la escuela de la vida» soportando desgracias, depresión, apatía, indiferencia, arrogancia, etc.

Va contra la Ley evitar las experiencias necesarias para desarrollarse. Dificultar los procesos de aprendizaje, a pesar de tener buenas intenciones, impide el crecimiento personal y la superación de los conflictos. Para que la correspondencia sea satisfactoria, hay que dejar de interferir en esos procesos, asumiendo las funciones que competen a cada uno. No hay nada injusto, todo lo que pasa en la vida nos pertenece por correspondencia y no podemos culpar a nada, ni a nadie, tampoco a uno mismo.

Los despiertos afrontan la vida desde su experiencia personal y respetan los procesos del resto. No son indiferentes, ni se indignan, son neutrales porque comprenden que cada quién es dueño de sus vivencias y eso no quita brindar un aporte que ayude a resolver los problemas del otro. Los neutrales son conscientes de las leyes que rigen el universo, los indiferentes las ignoran por completo. La reciprocidad es de ida y es de vuelta.

Hay una frase que dice: «manos que dan reciben», pero también hay manos que sólo les gusta recibir, sin dar nada a cambio. Para las Leyes Universales no hay buena, ni mala suerte, simplemente son leyes que rigen todo lo que existe y sucede. Dejando que todo fluya podremos salir airosos, solo así la sociedad actual y las nuevas generaciones seremos pioneros, altruistas y guías para las futuras generaciones.

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Campaña electoral, reservorio de promesas

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Alfredo Espinosa articulista La Disputa

Aunque se hagan los desentendidos, se pongan una venda en los ojos, miren hacia otro lado para eludir la realidad, o eviten hablar de ella; tanto los competidores como los organizadores de las elecciones son conscientes que la campaña electoral para llegar a Carondelet y a la Asamblea Nacional inició hace rato, sin pudor y mucho antes de que el (todavía) presidente Guillermo Lasso, decrete la muerte cruzada.

Su punto de partida fue el 24 de febrero de 2022, cuando la entonces presidenta del Parlamento, Guadalupe Llori, suspendió la Sesión 766 del Pleno Legislativo que pretendía tratar el informe para primer debate del Proyecto de Ley Orgánica que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza, a su salida, se apagaron las luces de la sala de sesiones aun cuando varios asambleístas permanecían en el lugar. Ese mismo día la bancada correísta de UNES inconforme por lo actuado, publicó un comunicado en el que, con suma vehemencia amenazó: “vamos a la muerte cruzada”.

Cuatro meses después, el 28 de junio del mismo año -en el contexto del último paro violento organizado por tres organizaciones indígenas lideradas por la CONAIE. El Pleno del Legislativo presidido por el ahora candidato a asambleísta por el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), Virgilio Saquicela, sometió a votación la propuesta de destitución a Lasso formulada por el bloque de UNES, en base al numeral 2 del artículo 130 de la Constitución de la República, que establece la destitución del mandatario por grave crisis política y conmoción interna.

La propuesta fracasó, pues obtuvo 80 votos afirmativos, 48 negativos, 9 abstenciones y 0 blancos. Sin embargo, las ansias por llegar al escenario que hoy vivimos estuvieron siempre presentes en los legisladores correístas, más aún si consideramos los resultados favorables obtenidos por la Revolución Ciudadana en el último proceso electoral del 5 de febrero de 2023. En provincias y cantones con mayor densidad poblacional e importancia política (Pichincha y Quito; Guayas y Guayaquil) y el rotundo fracaso de las ocho preguntas de la consulta popular y referéndum propuesto por el Gobierno Nacional. 

Es decir -queramos o no- mientras el correísmo trabajó y se preparó para vivir plácidamente esta realidad, caracterizada por una selectiva amnecia pública, la hiperdigitalidad y el uso indiscriminado del Tik Tok bajo la premisa de que así y solo así, se puede captar la simpatía de nuevos públicos alienados a las redes sociales. Los demás partidos y candidatos presidenciales y legislativos luchan contra los males propios de la improvisación política, sus conflictos internos y la crisis de identidad de sus campañas las cuales -en algunos casos- muestran mensajes confusos que riñen con la realidad del país.

No obstante -en el proselitismo- correístas, anticorreístas y quienes se encuentran en medio de ellos, coinciden -quizás sin saberlo- en que las campañas electorales son el reservorio de un vendaval de promesas que no tienen garantía alguna de cumplimiento y que, pese a ello, servirán de imán para atraer, comprar, movilizar o transaccionar el voto de un electorado sujeto al vaivén de su propia ingenuidad y, a la vez, viveza criolla.

Una maldición disfrazada de bendición que repetirá el ciclo de profundas inconformidades colectivas al finalizar los cien días de Gobierno, porque los “compromisos” que asumen los candidatos con los ciudadanos por “superar las adversidades de la cotidianidad”, pesan más que cualquier requisito formal descrito en sus planes de trabajo; sobre todo si nuestra sociedad no es politizada y, por ende, adolece de criticidad. 

Aún así, los ecuatorianos debemos tener en claro que la única promesa de campaña que potencialmente se cumplirá, en función del número de curules que obtenga el correísmo (primera minoría o partido predominante) en la Asamblea Nacional, es la de reformar la norma suprema y, con ello, re-escribir la verdad histórica, política y jurídica de sus sentenciados para habilitarlos con miras a las elecciones generales de 2025.

Dicho de otra manera, en caso de un posible triunfo electoral del correísmo, el gobierno de año medio será una transición a un proyecto político de muy larga duración en el poder.

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