Puruhá de la comunidad Balda Lupaxi en la provincia de Chimborazo. Profesor de la Lengua Kichwa en Tinkunakuy, Profesor de Lengua y Literatura de la Universidad Central del Ecuador
12 de Octubre 12 de Octubre
Llevo los dedos sangrando por el silencio sepultado bajo los escombros de la verdad, en este desierto de 523 años de obscuridad, muerte, robo, mentira inventada, codicia que no es mío ni tuyo. Me veo con sobre nombres entre mis bellos bordados, por ocultar mi origen, mis raíces, mis sueños, mi piel color madre Tierra.
Colecciono silencios impuestos, ignorando mi esencia runa por no lastimar al verdugo. Aunque por las noches acaricio tus cabellos compañera mía, cuento historias en cada hebra de tu cabello color horizonte, para que no nos vuelvan a robar nuestros sueños: la podredumbre que hasta ahora persiste desde las instancias de los gobiernos de izquierda y de derecha, enquistados en el Estado burgués colonial.
Que egoísta soy al decir la verdad ¡América que no eres! América sí, no Abya Yala. ¡Ecuador que no eres! Ecuador sí, no Kitu. Descubrimiento que no fue descubrimiento, sino una invasión de suerte. Desarrollo que no es desarrollo, si no muerte. Aunque tenemos diez heridas en nuestros cuerpos, nunca nos doblegamos ante la miseria occidental moderna.
Ha llegado el momento de decir lo que sentimos. No necesitamos más eventos organizados por las autoridades coloniales y capitalistas para festejar esta fecha nefasta para las naciones y culturas de Abya Yala, solo para justificar y fortalecer el modelo de vida impuesto desde hace siglos en pro del llamado desarrollo.
La Historia y el sistema de vida occidental responden a intereses occidentales, por ende, nosotros como culturas milenarias de Abya Yala, no cavemos en ese molde. Las culturas y pueblos milenarios de Abya Yala tenemos nuestro propio sistema de vida: sistema filosófico, económico, político, social, espiritual, etc. No tenemos nada que envidiar a los occidentales, somos culturas milenarias con las mismas capacidades y potencialidades. Por ende, si queremos perdurar en el tiempo y espacio, debemos seguir practicando lo que por siglos venimos haciendo. Si hablamos de la llegada de Colón a nuestros territorios, tenemos otros parámetros para contar lo sucedido. No cabemos en el molde de la Historia Occidental para ocultar las pequeñeces. Tenemos una memoria colectiva y una identidad propia construida desde hace miles de años.
Es muy importante que empecemos a reflexionar estos asuntos para no caer en esos errores que nos hacen daño a las culturas y pueblos originarios de Abya Yala. No podemos seguir diciendo falsedades a las nuevas generaciones, soñando y propugnando que la CULTURA KICHWA debe adaptarse a ese molde occidental en su magnitud.
Necesitamos visibilizar lo que por herencia somos; si queremos ser nosotros mismos, fortalezcamos nuestro sistema de vida runa. Un sistema educativo que responda a las necesidades de los propios pueblos, en la que los educadores/as transmitan con sus propias palabras la Historia oculta aún no contada. Si escribimos, expresemos los aspectos de nuestra identidad con fuerza, orgullo y dignidad, y que al hacerlo seamos nosotros mismos, sin temor a los juicios y a los prejuicios de los occidentales o a los seguidores de ese molde fetichista que tanto daño nos hace.
Ahora bebo tus aguas transparentes Tayta Atawalpa, respiro el mismo aire que tú respirabas, el tiempo espacio susurra el deseo del Runa Ñan, que tú construiste. Ahora es tu voz que renace en estas generaciones de Rumi, de Sinchi, de Tupak, de Sumak, de Tamya, de Pacha, de Nina, de Rasu, de Arawi… vuelvo a suspirar, a sentir el calor que produce mi sangre al recorrer por esta piel, ahora vuelvo a soñar esos caminos del ñawpa, la melodía, la sinfonía que pienso escuchar cada amanecer.
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