Ingeniera en Recursos Naturales y Ambiente, poeta y feminista. Ha trabajado en el área de proyectos productivos en la gestión ambiental, Gestión de Riesgos y Emergencias. Además, se ha desempeñado en el área cultural, gestión de proyectos y en acciones poéticas con varios colectivos. (Otavalo, Ecuador)
Palabras clave: Ecuador, economía, proyecciones, crisis, desempleo.
¿Qué será de nosotros si el 2020 no tuvo ni alegoría, ni viuda, ni funeral, ni monigote quemado en pira popular?
En esta primera contribución al medio, quiero comentarles desde la cotidianidad del escritorio un tema que no me ha dejado dormir, a sabiendas que una de las secuelas del confinamiento dicen es el insomnio, en mi caso, al insomnio por confinamiento, se suma el que la segunda semana de diciembre la CEPAL[1] publicó el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, documento que “…examina el comportamiento de las economías de la región durante el año, y actualiza las cifras de crecimiento y otros indicadores que reflejan el impacto sufrido por los países de la región a raíz de la crisis del COVID-19…” y me puse a revisar el documento.
El balance me llamó la atención por la PROYECCIÓN DE LA TASA DE VARIACIÓN DEL PIB , 2021 de América Latina y el Caribe, y así de curiosa me puse a buscar al Ecuador, sin ser experta en economía, ver al Ecuador, dos puestos bajo Haití, en lo personal me preocupó, en cualquier contexto es una posición inquietante y más, si el documento es de proyecciones económicas, no sé qué digan los cientistas sociales sobre este balance, la verdad, que como ciudadana de a pie, el spoiler del PIB 2021, para la región, presenta cifras poco alentadoras.
Spoiler 2021
“… si se comparan diferentes indicadores sanitarios, económicos, sociales y de desigualdad, América Latina y el Caribe es la región más golpeada del mundo emergente…”[2]
Terminar un año por demás distópico, nos mantiene en una extraña expectativa de cuándo comenzaremos a vivir la vieja normalidad con disfraz de nueva normalidad y más allá de haber dejado de ver las noticias locales y nacionales, dado al alto contenido amarillista, pésima gestión de la información y nula investigación.
Creo fervientemente en la autogestión de la información, entonces he metido mis narices en el balance anual de la CEPAL, es así como volviendo a la PROYECCIÓN DE LA TASA DE VARIACIÓN para 2021, la CEPAL proyecta para el Ecuador una tasa de crecimiento del PIB del 1%. Ahí les dejo el cuadrito del insomnio.
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: PROYECCIÓN DE LA TASA DE VARIACIÓN DEL PIB, 2021
(En porcentajes)
La verdad es que más allá del fatalismo y apelando a una interpretación más detallada de los economistas locales frente al tema, creo que a las, los, les ecuatorianos; estas cifras nos deberían poner a pensar de una vez por todas en qué va a pasar como país en el contexto local, regional y mundial, ya que las proyecciones para este año nuevecito son inquietantes.
Thriller 2021
Bueno, entre tanto dato, si llegamos al 2021, podemos decir que hemos sobrevivido a una pandemia. En lo personal escribo este artículo desde el prisma de la migrante que vivió el primer confinamiento en Europa, el éxodo a Ecuador, el segundo confinamiento, el contagio, la enfermedad, la recuperación y el testimonio.
En todo caso, si volvemos al tema de datos, los del desempleo y subempleo hasta septiembre del 2020 llegan a ser escalofriantes “a nivel nacional, (…) un aumento significativo del desempleo, así como del subempleo y de la informalidad como características típicas del empleo. A septiembre de 2020, 115 749 personas más se vieron desempleadas, lo que equivale a un aumento del 28 % con respecto al mismo mes de 2019, y 191 079 pasaron al subempleo, con un incremento interanual del 11,6%”[3]
En este sentido, meter las narices en estos datos, no ha sido el mejor ejercicio para comenzar el 2021.
La crisis sanitaria del COVID 19, evidenció que gran parte de la población ecuatoriana no se pudo acoger al #yomequedoencasa, y que esta campaña invisibilizó a un gran sector de la población que no tuvo más opción que salir, porque acuñarse a una consigna #yomecuido, no es una opción real en este contexto, es un privilegio de clase, y se lo palpó de forma desgarradora, ya que la economía emergente en la que vive el Ecuador enfatizó la gran incertidumbre sanitaria, y puso en manifiesto además la creciente conflictividad social.
Es evidente que el 2021, no tiene buena cara – utilizando una expresión localista- desde la tradición del calendario gregoriano, hemos intentado despedir al año 2020, con un estado de excepción que prohibió la quema pública de los monigotes y la cábala de renovación.
Las proyecciones económicas son poco alentadoras para el Ecuador en el 2021, además que se esperan las elecciones para cambio de presidente, en este sentido me atrevo a parafrasear a Mafalda y pedir que ojalá a algún zanahoria no se le pierdan los planos.
El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.
[1] CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
[2] Véase FMI, Regional Economic Outlook. Western Hemisphere Pandemic: Persistence Clouds the Recovery, Washington, D.C., 2020.
[3] https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46501/83/BP2020_Ecuador_es.pdf