Creyente, profesional, emprendedor y cafeinómano. Trabajo por ser empático, solidario y justo. Mi fin último: trascender.
Deshacerse de las cargas emocionales negativas producidas por el trabajo, lo azaroso de las incertidumbres, la vida agitada a veces sin sentido y sobre todo precaria, había sido el principal motivo de aquel viaje que se convertiría en el punto de inflexión en el inexorable plan de vida que Leonardo diseñó para el mediano y largo plazo.
No quería irse de aquel lugar sin experimentar algo diferente, algo que llame su atención, algo que de sentido a su estancia y que sea digno de recordar. Quería hablar de aquello en las amenas charlas con sus amigos cercanos. No, tenía fe. Sabía que alguien rondaba por ahí, atendiendo las señales que damos cuando buscamos algo y queremos darlo todo.
El color de sus ojos con el brillo del sol se acentúa, sus ojos son como esmeraldas acrisoladas que enamoran y hacen que, así como se anhela los mayores bienes, se anhele una mirada porque excita, exacerba, incita y enamora.
La primera mirada fue la señal de que estaba en el lugar correcto; en el lugar que, hasta hace unas horas, no fue de todo su agrado. Su presencia le dio el toque mágico. Estoy aquí y ahora. Estas aquí y ahora. Entre tú y yo, solo hace falta un sí. Un vamos a vivir, un vamos a explorar. Vivir hoy, vivir con sentido.
La cursilería siempre le pareció pesada. Su corazón estaba embotado y duro como una piedra, era un lugar inhóspito, su acceso era muy difícil y estaba reservado para alguien especial. También estaba lleno de orgullo y hasta ese día no había querido doblegarlo. Llegar a ese nivel, fue el proceso de años de preparación, sobre todo emocional, pensaba que, todo el trabajo invertido, merecerían personas con igual convicción.
Escuchar su nombre en su meliflua voz excitaba la dopamina y la elevaba al máximo. Escuchar un te quiero, hablar de las trivialidades de la vida y prestar su atención eran algunas de las cosas que hace años descuidó. Le gustaban. Se sentía querido. Su trato rompió con los prejuicios que siempre tuvo respecto al amor. Fue el azar. Por primera vez pensó que hay casualidades que valen la pena conservar y ponerles mucha atención porque cambian el curso de la vida y le dan sentido.
Llegó a entender el vallenato, su letra y las emociones que este género musical provocada en sus adeptos. Ahora formaba parte de ellos y le gustaba como se sentía. Hoy acepta sin temor que el vallenato tiene la mejor letra del mundo porque se la canta de la experiencia vivida del amor, es poesía en estado puro.
Hay mucho que perder, sin embargo, hay más que ganar y eso le parece atractivo. Perder algo, implica aceptar la incertidumbre de que se puede ganar más de lo que se invierte. Así funciona en los negocios, así funciona en el amor. La sola idea de que está apostando mucho, a veces le disgusta, porque se sale de sus complejos mentales, es un hueso duro de roer. ¿Qué hacer? Casi siempre no lo sabe. Solo sabe que le gusta sentirse así. Hay química, hay correspondencia, hay iniciativa. Hay interés…
Entrar en las profundidades de la otra persona lo hace conocerse a sí mismo. Mira en aquella, lo que siempre anheló. Alguien con quien compartir, alguien con quien pelear, alguien con quien hacer salir el monstruo que lleva dentro y que con una sola mirada o gesto de cariño se doma por completo. Su lado agreste se desnuda y se reviste de delicadeza. Tiene miedo de creer que esté viviendo una historia en la que él es el protagonista y sobre el cual debe versar todo. Aún quedan resquicios de egoísmo en su actuar. Los quiere desechar, de eso no tiene duda.
Como tampoco tiene duda de que quiere amar. De hecho, hoy entiende que el sentido último de la vida es justamente eso: amar y ser amado. Por eso nos recordarán, por el amor profesado y demostrado. No hay mejor legado.
No sabe hasta donde llegará esta historia. Comparten, exploran, viven y hasta prometen. Aún hay que dar la estocada final. Empezó el idilio, empezó la fábula, la están forjando todos los días. Sabe que esta es una historia importante y que, como tal, pondrá su mejor esfuerzo. Quiere que, como todos los cuentos de amor, tengan un final feliz.
Hermosa Historia Importante, desearía y me encantaria que hubiera una segunda parte, Felicidades al autor..!! Una imaginación infinita..!!