Desde hace unos años ha crecido con fuerza la idea de los nuevos inicios, de buscar otros horizontes que te permitan acercarte un poco más a tus aspiraciones.
Se dice fácil, pero estos procesos requieren de mucha valentía, sobre todo porque hay factores muy complicados como las responsabilidades familiares, la edad, la falta de tiempo, o la inestabilidad que estos cambios podrían representar en nuestras vidas.
Aunque luego de casi cuatro años en pandemia, puede que nuestras prioridades hayan cambiado un poco ¿no? Pues sí, la vida es una sola y pasa muy rápido. Esta idea de no saber que nos depara el mañana, orilla a muchas personas a apostarle el todo por nada a sus sueños, pero ¿vale la pena?
¿Por dónde empezar?
Empieza por el inicio….
Todo proyecto empieza con una planificación previa. Enlista lo que tienes pendiente por hacer, puede ser un oficio, un viaje, estudios, deportes, aprender a tocar guitarra, otro idioma, cantar, bailar… ¡Quién sabe!
Existe un mundo de posibilidades, y créeme, te puedes sorprender.
Piensa que evolucionas, todos lo hacemos, la persona que eras hace 10 años, no es la misma que hoy se sienta frente a la computadora, buscando ofertas de trabajo todos los días, aplicando a cada uno de ellos, sin miedo al rechazo.
Es decir, puede que la madurez nos dé un punto extra. Este caer y levantarse nos ayuda a percibir la vida desde otra perspectiva, a comprender lo que en realidad queremos hacer hoy, para cambiar el después.
Paso a paso
Empieza con pequeños pasitos, no importa que tan lento avance, procura establecer tu propio ritmo.
Sigue tu ruta en un calendario, ayuda mucho para organizar el tiempo de cada día. De esta manera se construye un plan a largo plazo que te permitirá cumplir cada objetivo de a poquito. No te preocupes si te equivocas, al inicio vas a cometer errores, lo importante es no perder el impulso y continuar hasta la meta.
Plantea compromisos que sean fáciles de cumplir, si es para ejercitarte, inicia con períodos cortos de tiempo. En los estudios, puedes leer algunos libros para recordar lo más importante de cada materia. Si decides buscar otro empleo, actualiza tu hoja de vida. Cada pequeño paso, es un inicio.
La zona de confort
Es un concepto utilizado en Psicología, acuñado por Yerkes y Dodson en 1908, hace referencia a la comodidad que sentimos al estar en un espacio o lugar por largo tiempo, pero, que llega a repercutir de manera negativa en nuestras vidas.
¿Cómo? Vives en piloto automático, sin ganas de asumir nuevos retos, además de la apatía y falta de interés demostradas en el día a día. Cuando esto sucede en el espacio laboral puede generar un desgaste emocional que afecta la salud física y mental.
Pero también en casa, dejar ese espacio donde creciste y fuiste feliz, no siempre será fácil, pero en la adultez, a veces hasta con familia, es más que necesario.
Salir de esta zona no es nada fácil, pues representa cierta estabilidad en algún ámbito de nuestra vida, lo cual, en muchas ocasiones nos condiciona a continuar en ese mismo espacio de 4×4, por miedo a asumir retos que podrían -o no- cambiar nuestras vidas para bien.
Saltos de fe
Le decía a una amiga que es mejor saltar, que no hacerlo. En efecto, quienes tienen esta oportunidad de intentarlo deben hacerlo, porque las oportunidades no siempre están ahí, es mejor arriesgarse hoy, que sentirse frustrado mañana.
Los saltos de fe implican botarse al vacío sin miedo, pero con calma, teniendo la convicción absoluta de que, es la decisión correcta. Confiando en nuestro instinto, que, aunque a veces falla, también nos guía en el sentido correcto del camino.
Para lanzarse también se requiere confiar en las capacidades de cada uno, en sus conocimientos y experticias, en las ganas que le ponemos a nuestro día a día, a la certeza de cambiarlo todo, a enfocar nuestra energía en aquello que de verdad queremos para el futuro.
Aplaudo a cada persona que ha decidido iniciar de nuevo, ya sea porque deciden estudiar otra carrera, buscar un nuevo trabajo, se independizaron de casa o simplemente comenzaron una nueva aventura lejos de su zona de confort, o de ese lugar tóxico que limita sus sueños.
Una nunca sabe que le espera detrás de cada intento por empezar de cero, que los nuevos comienzos existen, y sí, son difíciles, pero hay que hacerlo hoy, porque mañana es tarde.
Nota aclaratoria: este artículo no promueve un lenguaje sexista y está de acuerdo con el uso del lenguaje inclusivo. Pero no utiliza los pronombres el/la los/las o les, para evitar posibles confusiones.
La Disputa, visita nuestras redes sociales:
Encuentra otros artículos del autor: Gabriela Vivanco
El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.