Creyente, profesional, emprendedor y cafeinómano. Trabajo por ser empático, solidario y justo. Mi fin último: trascender.
Efecto, Efecto, Efecto, Efecto, Efecto
En la incesante melomanía pueril que ahora me caracteriza, descubrí una canción que me pareció excelente, no sólo por la consonancia en los acordes y su melodía ecléctica, sino por su letra. Me imagino que el autor tuvo su musa inspiradora, sea persona o situación, que acertó totalmente en escribirla y por supuesto en cantarla. En esta etapa de transición que el mundo está viviendo con los efectos pos pandemia, hacer observaciones sobre la conducta de las personas frente a esta crisis que nos golpeó ineludiblemente a todos en nuestros campos, me ha robado tiempo y espacio, tratando de evaluar la actitud y el comportamiento ante la indolencia, la necedad y la necesidad de los seres vivos llamados humanos. La canción se llama Gravity, de John Mayer. Gravity es un sencillo del álbum Continuum, perteneciente al género blues rock y soft rock. Quienes gustan de este tipo de música podrán darme la razón, porque desde el primer instante en que se la escucha, se siente como la melodía te transporta a entrar en esa espiritualidad inmanente de los humanos
Sabemos que la gravedad es meramente una fuerza de atracción —es decir, que únicamente atrae, nunca repele— y que es generada por cualquier objeto con masa[1]. La fuerza de atracción de la tierra, la gravedad y la gravitación, están definidas por la Ley de la Gravedad, esta determina que dos cuerpos con masa, sean los que sean, se atraen uno hacia el otro con una fuerza[2].Dentro de mi limitadísimo conocimiento de Física teórica y experimental y mucho más de Astrofísica, entiendo que, la gravedad es la fuerza que atrae a los cuerpos y los ubica firmes y seguros en un lugar estable. Partiendo de esta definición y haciendo una analogía en relación al modus vivendi de todos los seres humanos en el planeta Tierra, subrayo básicamente dos características principales, firmeza y seguridad. La firmeza de que todo estaba en órbita y marchaba sobre ruedas, y seguridad de que nada podía interferir esta órbita.
La canción empieza formidablemente: “La gravedad está trabajando en mi contra”. No les ocurre que hay días en que la fuerza con que el mundo se mueve o los fines que incentivan a las personas a vivir, trabajan en su contra; en contra de aquellos que vemos la vida como un milagro y decidimos vivirla de manera diferente, no atraídos por la masa, ni movidos por la codicia, ni por el sistema que te absorbe y te impulsa a vivir y a trabajar con sentido y objetivo capitalista; fuerza muy difícil de repeler ante el desmedido nacimiento de nuevas necesidades. Es inmenso el play list de la música que hace alusión a este tema. “Twenty One Pilots” ese dúo insurgente que ha acertado en casi todo lo que canta, también ha hecho su aporte con su canción “Stressed out” cuando dice que, a diario implícitamente el ser humano se levanta de la cama para hacer dinero, cuyo pago es el estrés; olvidándonos de lo que realmente importa: una vida con sentido y trascendencia…
“Sueño con maneras de tirarlo todo por la borda”, quizá ese es el sueño de quienes solo queremos respirar y disfrutar del don llamado vida. Trabajar y vivir de manera frugal y modesta, porque al final del día los afanes y las preocupaciones traen sufrimiento y enfermedad. Qué difícil ser normal en un mundo que no lo es. Como dice la canción… “la gravedad quiere derribarme”, y lo ha hecho; ha hecho que me una a este sistema, ha hecho que me acople a la forma de vivir y de ver el mundo por el común de los mortales, ha hecho que sienta frustración por lo soñado y no logrado, la gravedad ha cumplido su objetivo.
“Nunca sabré lo que hace este hombre con todo el amor que su corazón puede soportar”,
hay tanto amor para dar y desperdiciado en minucias, tanto sentimiento guardado que expresar, tanto perdón que ofrecer y recibir, tanta afectividad que mostrar, tantas heridas que sanar, tantas brechas que acortar, tanto que hacer y tan poco tiempo para empezar a hacerlo realidad, ¿Por qué? Porque la gravedad me está absorbiendo, esa atracción de las masas representada en los grupos poderosos, que, como diría Gustave Le Bon (1841-1931), hace que la personalidad individual consciente del hombre se esfume, y que sus sentimientos e ideas de todos sus componentes se orienten en una misma dirección[3], a la que quiero imitar y recibir aceptación: en los medios de comunicación que no hacen más que mentir, en las redes sociales que me tienen cabizbajo, en las vanidades y en los deseos desordenados que solo me llevan al punto de equilibrio que es la concentración de las masas, a la mediocridad donde todo es normal y en donde la gravedad hace lo suyo, atraer con firmeza y seguridad a lo que no llena ni satisface.
La gravedad ha tomado mejores hombres que yo, prueba de ello es ver todos los espacios vacíos dejados por la pandemia de gente ilustre y honorable que ha partido ya, gente que ha valido la pena y ha valido la vida, inmisericordemente perdieron la batalla en este “bárbaro matadero que una vez se llamó humanidad” (Gran Hotel Budapest).
El doble no es el doble de bueno, porquees querer más lo que me va a poner de rodillas, que lo que me va a permitir elevar los ojos al cielo; donde el firmamento confirma la inmensidad de la bondad y de la libertad que hay frente a la sumisión y renuencia de lo que la mayor de las veces me repugna, ser absorbido por la gravedad.
Sólo anhelo que la misma gravedad me mantenga, como dice la canción, donde está la luz. La luz que viene de lo alto y que me inspira a luchar. Apelo a la gravedad, a la firmeza y seguridad que me ofrece su inexorable naturaleza y me mantenga equilibrado, armonizando el estatus quo: ¿Hasta dónde es posible darlo todo a cambia de nada? ¿hasta dónde es tolerable donar tiempo y espacio por unos cuantos dólares? ¿cuál es la medida del amor ante el desamor? ¿cuál es el punto muerto entre el sufrimiento y la resignación?, ¿hago lo que tengo que hacer o hago lo que quiero hacer?
Ahora entiendo el don del arte, hacer de él un reflejo donde podamos ver desnuda nuestra alma, desnudez del artista que ha plasmado en una obra, en este caso, una canción. Sin la gravedad, el mundo sería un caos, flotaríamos como globos a merced de un pinchazo de desaparecer. No hemos desaparecido aun, la pandemia ha sido benévola con muchos, pero letal con otros tantos. Mantener el equilibrio es ahora nuestro objetivo mayor: firmes y seguros, un tanto más equilibrados.
El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.
[1] http://www.esa.int/Space_in_Member_States/Spain/Que_es_la_gravedad
[2] https://espaciociencia.com/que-es-la-gravedad/
[3] Le Bon, Gustave, (1895), Psicología de las masas, http:// www.ultimoreducto.com