CEO y cofundadora de una empresa comunitaria Stevida, de profesión Ingeniera Ambiental con una especialización en remediación ambiental, he realizado estudios de Filosofía. Soy una autodidacta y amante de la ciencia, creo firmemente en que es posible cambiar al mundo si lo hacemos en comunidad. He realizado algunos escritos, en temas ambientales a nivel científico, son mis primeros artículos de carácter social. Así que, mil disculpas, pero sí tengo mucho que contar. Ojalá esto motive a más mujeres para que construyan su empoderamiento y su camino, a veces lento, otras veces rápido, pero siempre avanzando.
Palabras Claves: Amor, Mujer, COVID_19, empresaria, ciencia
Ojalá la próxima pandemia sea de amor.
El triángulo perfecto, el miedo genera violencia y potencializa el poder de los que ya lo tienen, este ha sido uno de los mecanismos desde tiempos inmemoriales, que ha servido para dividir y reinar, así empezó esta brusca ruptura a un sistema frágil, dependiente y poderoso a la vez.
Las películas del fin del mundo parecían estar más cerca que nunca. Calles vacías, supermercados abarrotados de personas adquiriendo víveres para comer lo que nunca han comido y en la mitad del tiempo normal, presas de la ansiedad, violentando ordenanzas, violentando los derechos del otro. ¿Pero quién era el otro? El otro era o es la amenaza.
Éxodo y retorno de migrantes, sí la situación para ellos era difícil antes, más aún hoy, con todos los medios de producción en cuarentena. Al escribir esto, viene a mi memoria aquel miembro de la Policía Nacional, que me multó en plena pandemia luego de un largo día de trabajo, por cargar en el balde de una camioneta a un adulto bastante grande y cansado que caminaba de regreso hacia la frontera norte, el poder de su “autoridad” me paralizó e indignó, violentó los derechos humanos, pero, sobre todo, enalteció la ley y humilló la humanidad.
Es posible que haya sido más fácil un soborno “light”, porque como dicen “no era grave y era solucionable”. Pero qué era solucionable: ahorrar unos dólares (que la verdad no eran tan pocos) y fortalecer un sistema de corrupción tan normalizado, que aquel que no se adapte a él, sea visto como él o la desadaptada. Pero lastimosamente, si sobornamos a un servidor público, luego aceptaremos medicinas con sobreprecio, contratos con coimas, y así hemos normalizado los delitos de cohecho y la mentira como un “modus vivendi”; pero si yo siento culpa al engañar a mi esposo al decirle que el chicharrón que tanto le ha gustado no es de cerdo sino de lenteja…
Así entre pandemia, miedo, violencia y desesperanza, la vida sigue y en medio de la desesperación, actos de amor sobresalen, todos quieren aportar desde su campo manteniendo la disponibilidad de alimentos, los galenos salvando vidas y perdiendo la suya, los artistas cantando desde “la caleta”, es que somos de aquellos que no se rinden fácilmente.
Ahora intercambiamos sonrisas con los ojos e intentamos hablar desde el corazón. Jamás la ciencia había sido tan importante y el campo tan indispensable. Los datos científicos nos dan certezas en medio de la oscuridad. Nos previenen y nos alertan.
En medio de un mensaje de distanciamiento, puedo escuchar más fuerte que nunca un adaptado a la famosa frase de la querida Rosa Luxemburgo “Ecologismo o barbarie” (Slavin, 2012), grito de esperanza o de empuje en su último discurso.
Posiblemente, hoy es nuestra última oportunidad, volver los ojos al campo, a lo esencial, a lo importante, formar un nuevo sistema económico es importante en estos momentos, el proceso debe ser distinto si queremos lograr algo diferente. Hay que volver a la tierra, hombre viene de la palabra latina humus, tierra fértil (Alvarez, 2014), y ahí nuestra misión.
Nos enfrentamos a una pandemia mayor: el calentamiento global, hemos usado más de lo que nos competía y aún no somos conscientes que nuestra casa común necesita ser refaccionada y cuidada, entender que mi bienestar depende del bienestar del otro, que mi seguridad es su seguridad y que mis derechos también son los de él/ella.
La idea de una comunidad ecológica, no debería ser un disparate, es necesario plantear una comunidad que se comprometa a reducir las emisiones y la concentración de Dióxido de Carbono, que en el 2018, llegó a su punto más alto (408ppm) en toda la vida del planeta (3 millones de años) (Perú, 2019). Entender que, salvar a la naturaleza es más económico y puede generar miles de proyectos sustentables para el tan anhelado empleo. Ante cada problema ambiental, debería existir una solución inteligente y puesta en marcha como un modelo de negocio, de esto deberíamos estar hablando, no de explotaciones mineras.
Ojalá la próxima pandemia sea el amor y con el amor venga el cuidado, porque sólo se cuida lo que se ama y para cuidar se necesita conocer.
Así que creo firmemente que es momento de conocer, de volver a sentir la angustia del hermano/a y también sus alegrías como propias.
Porque al cuidarle, me cuido yo y nos cuidamos todos…
El medio de comunicación no se responsabiliza por las opiniones dadas en este artículo.
Bibliografía
Alvarez, J. (2014). Gramática histórica del castellano . Obtenido de https://www.delcastellano.com/etimologia-hombre/
Perú, C. (febrero de 2019). 12 datos que debes conocer sobre el cambio climático. Obtenido de https://www.conservation.org/peru/novedades/2019/10/29/12-datos-que-debes-conocer-sobre-el-cambio-clim%C3%A1tico
Slavin, P. E. (2012). Derecho Político. Obtenido de ANALES 42: http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/27014/Documento_completo.pdf?sequence=1