Derechos en modo arcoíris

Nos entrega un análisis sobre los derechos de las comunidad LGBTI+Q, un especial por el día del orgullo.

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En junio de 1969 cuando la policía hizo una redada en el reconocido bar de Stonewall en Estados Unidos, las personas de la comunidad LGBTIQ+ no se escondieron más, ese día, decidieron resistir.

Y resistir se convirtió en la constante, en las calles, en sus casas, en el trabajo. Ser ellos mismos, les costaría una extensa lucha de la que seguramente escucharemos por un largo tiempo.

A cuentagotas, sus derechos han sido reconocidos en el mundo. Desde aquellos que parecen tan básicos como la identidad, el acceso a la educación y salud, hasta permitirles formar una familia y casarse con quien decidan.

En 1990, la Organización Mundial de la Salud – OMS eliminó de la lista de enfermedades psiquiátricas a la homosexualidad, tras una intensa lucha de organizaciones de sociedad civil y activistas, que luego de varias investigaciones demostraron que no se trata de una enfermedad, sino de una decisión de vida.

Este logro aportó positivamente para que la sociedad cambie la mirada sobre las personas que se identifican como LGBTI, convirtiéndolas en seres humanos con derechos, igual que cualquier otra persona.

Quedan otros retos, como reducir y desaparecer la discriminación, para ello, es imperativo incidir en la estructura social que los estigmatiza, colocándolos en una burbuja a mil años luz, reforzando la idea de que somos diferentes.

Si, somos diferentes por muchos motivos, pero iguales en derechos, además nuestras diferencias suman, nos convierten en seres independientes con características irrepetibles, pero que comparten un mismo lugar. En este mundo con tanta diversidad, es imposible darse el lujo de privilegiar a un grupo, mientras vulneran los derechos del resto.

Ser diferentes les ha costado ser discriminados. En varios países las leyes en su contra ponen en peligro sus vidas. En Haití, la violencia contra las personas LGBTI ha sido denunciada públicamente en varios espacios, un panorama similar se vive en un total de 62 países que castigan las relaciones homosexuales de una u otra manera, en los que se incluyen 32 países de África.

Orgullo los 365 días

El mes del orgullo es sinónimo de fiesta y colores, pero los derechos no se reducen a una fecha nada más, deben respetarse día a día, sin importar si estamos vestidos de arcoíris o no.

Durante junio se conmemora esta importante lucha por los derechos de las personas LGBTIQ+, mientras recordamos a quienes dieron sus vidas en este durísimo camino de reivindicación.

Entonces, hay que vestirse de orgullo durante todo el año, con más fuerza cuando las vulneraciones a sus derechos los atacan hasta limitar sus decisiones, generando la desigualdad que se les ha impuesto sin ninguna contemplación.

Desde el fin de semana pasado, las marchas del orgullo se desarrollaron en países como México, Chile, Estambul o Estados Unidos, este último nombró a New York como zona de protección para personas trans, considerando su vulnerabilidad debido a las leyes anti LGBTI que se han presentado en ese país durante el año.

Mucho por hacer, poco por celebrar, así llega este orgullo, con una marcha que en Guayaquil no cuenta con permisos de las autoridades, pero que aun así, se tomará las calles de la ciudad, según lo informaron las organizaciones y activistas, en respuesta a la negativa de la Alcaldía porteña.

Pero en medio de las múltiples injusticias en contra de esta comunidad que busca respeto y se juega la vida sin miedo por cada espacio ganado, rescatemos un avance como una victoria, de esas que, aunque parecen insuficientes, nos llenan el corazón. Recordándonos que su increíble valentía viene del amor, que siempre es más fuerte que el odio y la ignorancia.

Nota aclaratoria: este artículo no promueve un lenguaje sexista y está de acuerdo con el uso del lenguaje inclusivo. Pero no utiliza los pronombres el/la los/las o les, para evitar posibles confusiones.

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