El poder curativo de la medicina natural

Un artículo que nos da un recorrido sobre el uso de la medicina natural

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Naturalista, animalista y activista. Autor de mi propia historia. Soy un alma vieja que anuló el ego para evolucionar en un nuevo ser humano. Mi aporte a la sociedad está en la empatía, ser buena persona y ponerme a diario el uniforme de piel humana. El autoconocimiento y la sabiduría son una lucha constante.    

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En algún momento de mi vida fui diagnosticado por un otorrinolaringólogo con una enfermedad que multitud de personas padecen como es sinusitis, que es una inflamación de los senos nasales causada por el ataque de algún virus, hongo o bacteria. El médico supo explicarme que esa condición compromete el sistema nasal y auditivo, sugiriendo que debía realizarme un procedimiento quirúrgico para eliminar la obstrucción. En aquel momento, tomé la decisión de no realizarme la intervención y optar por alguna alternativa menos invasiva. Lo que no sabía es que existe una solución natural y que con el tiempo iba a descubrirla.

También sufría de rinitis alérgica o fiebre del heno, que son irritaciones de la nariz causadas por diversos alérgenos. Los síntomas generales son estornudos, descarga nasal acuosa, tos, laringitis, ojos llorosos, inflamación o congestión, mucosidad y dolores de cabeza. Esto me afectó por mucho tiempo, no me permitía respirar con normalidad ni dormir satisfactoriamente; considerando la importancia de mantener horas de descanso adecuadas para un buen rendimiento y mantenerse enfocado en las actividades cotidianas.

Para mí era desgastante, porque despertaba más agotado, a pesar de haber descansado relativamente bien la noche anterior. Para palear un poco la constipación, me valía de algunos fármacos como goteros e inhaladores, algunos de ellos costosos y más que todo nocivos, porque contienen cortisona, que a la larga desgasta los conductos nasales, causan efectos secundarios como gastritis y aumentan el problema en lugar de erradicarlo.

Las personas de mi círculo cercano saben con conocimiento de causa, que en ocasiones para mí era frustrante el hecho de conseguir esos medicamentos, porque eventualmente escaseaban en el mercado. Física y mentalmente es extenuante. Sabía que los vaporizadores nasales, antihistamínicos y descongestivos me aliviaban momentáneamente, pero desconocía que con el tiempo agudizaban las molestias. Tenía que hacer algo para evitar a futuro los riesgos de consumir corticoides.

En esa búsqueda por encontrar alivio, descubrí un libro que me cambió la vida: «Asma y Alergias, la Solución Natural» del autor, Andrew Redford. Inmediatamente me conecté con los contenidos. Lo que más llamó mi atención, es que se trataba de terapias seguras, naturales y sin medicamentos. Primero, me permitió profundizar y contar con mayores conocimientos sobre las causas y consecuencias de mis afectaciones. Asimismo, me dejó un gran aprendizaje de vida: para evitar, prevenir y combatir mi sintomatología, la cura definitiva estaba en las plantas medicinales. Hasta ese punto, ya podía asimilar que técnicamente mi situación se trataba de una alergia causada por un sistema inmune seriamente debilitado.

Llegar a comprender lo que me sucedía, me permitió también establecer que hay una relación directa entre el bienestar emocional y las alergias o que la dieta juega un papel importante en el desarrollo de aquellas. Es duro sobrellevar todos esos achaques en un solo paquete, siendo lo más complicado de todo el atascamiento nasal. Qué iba yo a pensar que, los conocimientos compartidos de Redford serían un milagro divino, que me resolvería definitivamente y además un recurso invaluable para toda mi vida.

Quiero detenerme a hablar un poco sobre el sistema inmunitario ya que muchas personas por desconocimiento no le prestamos la atención necesaria. Este sistema es una compleja red de células, tejidos y órganos que defienden al organismo de infecciones y enfermedades. Cuando los gérmenes invaden nuestro organismo, el sistema inmunitario produce anticuerpos que destruyen al antígeno, protegiéndonos de bacterias, virus, sustancias químicas, toxinas o células cancerígenas. Gracias a este sistema nos hacemos más inmunes a ciertas enfermedades. La inmunidad innata nos protege desde el nacimiento, contiene anticuerpos que atacan a los patógenos y está presente en el órgano más grande el cuerpo humano como es la piel. La inmunidad activa, en cambio, reacciona cuando nos vacunamos y dura para toda la vida; mientras que, la inmunidad pasiva es de poca durabilidad y se activa cuando recibimos anticuerpos de forma inducida.

El sistema inmunológico nos hace reaccionar ante alergias, asma, malestares o si se trata de un sistema inmunológico debilitado.  Entre los factores que causan alergias están la caspa, saliva animal, productos de limpieza, temperatura fría, cosméticos, medicamentos, polvo, telas, almohadas, plumas, alimentos, piel de animal, veneno de insecto, moho, hongos, perfume, plantas venenosas, polen, solventes, humo de tabaco, entre otros.

Para muchos de quienes padecen de alergia existe una conexión directa entre bienestar emocional y susceptibilidad a los alérgenos. El estrés lleva al sistema inmunológico al límite, lo que lo conlleva a reaccionar exageradamente ante un alérgeno. El estrés es un círculo vicioso, una vez que comienzan los síntomas, la ansiedad sensibiliza aún más al sistema inmunitario agravando el problema. Entre las alternativas de medicina natural que favorecen el aspecto emocional, está la meditación y la psicoterapia, que ayudan a relajarse y al equilibrio emocional, y a su vez, reducir la alergia y el asma.

La armonía entre cuerpo, mente y espíritu también ayuda. La definición de «poder supremo» es personal, aunque esa relación conexa se traduzca en sentimientos de equilibrio y serenidad, capaces de añadir equilibrio a la vida. Ese ser supremo puede ser Dios, Buda, un guía espiritual, su yo interior o el Universo. Algunas personas creen que estar alejado del poder supremo puede exponerle a la enfermedad, mientras que la buena salud está vinculada a esa conexión.

Hacer mindfulness, que significa vivir en plena consciencia, también me ha ayudado mucho a focalizar mi atención en el momento presente, como método para conseguir la atención plena, centrarse en lo que está sucediendo “aquí y ahora”, teniendo aceptación, sin intentar cambiar, ni juzgar nada. Es concentrarse en lo que sucede en uno mismo, en nuestro alrededor y renunciando al ruido y las distracciones.

Entre los diferentes métodos naturales para tratar alergias están la homeopatía, acupuntura, aromaterapia y la naturopatía. El mensaje de este artículo es transmitir lo mismo que Redford hizo conmigo: enseñarme las bondades de las hierbas curativas. Muchas de las especies que menciona el libro son raras o no están disponibles, y otras son fáciles de conseguir. Me refiero al consumo de tés herbales o infusiones que benefician la salud como son: el jengibre, la cúrcuma, romero, cola de caballo, tomillo, pimienta de cayena, ortiga, menta, anís, clavo de olor, canela, etc.

De todas las hierbas que he consumido y que me ha traído mayores beneficios ha sido es el diente de león o taraxaco. Para mí se lleva el sello de oro. Sus propiedades son tan poderosas que es similar a beber 60 naranjas por litro de té, siendo que fortalece al máximo el sistema inmunitario y previene casi cualquier tipo de cáncer. Quiero compartir una anécdota personal al respecto. Hace algunos años, un amigo muy cercano padeció cáncer de tiroides con riesgo de metástasis, es decir era una enfermedad grave que le pudo haber costado la vida.

En medio del momento doloroso y preocupante, lleno de chequeos médicos y quimioterapias, decidí sugerirle que incorporase a su dieta regular el té de diente de león, y de hecho así lo hizo con dedicación y constancia. Al paso de un tiempo, los mismos oncólogos se sorprendieron de las mejoras importantes en su salud y le recomendaron continuar tomándolo.  

El éxito de las infusiones está en colocar una buena cantidad de la hierba seca o fresca, dejándola reposar en agua caliente por diez minutos y beberla caliente o tibia. Mientras más perseverancia haya, en poco tiempo se notan resultados. Otros productos naturales igual de benéficos son el vinagre de manzana que se bebe con agua, o tomando medio vaso de agua con jugo de limón combinado con bicarbonato para alcalinizar el organismo.  

Mi inclinación hacia la naturopatía nace de aprovechar al máximo las propiedades de la herbolaria o de las hierbas que nos brinda la Naturaleza. Para mí, es un tema emocionante y apasionante, porque adquirí conciencia que en la Ella está Dios y que ahí están las recetas ancestrales para la cura de muchas afecciones. La creación está tan diseñada de manera tan perfecta que es poseedora del mejor laboratorio natural que se pueda encontrar.

En efecto, Redford tenía la razón al sostener que en la medicina botánica está la solución, pues no solo que encontré la sanación a muchas de mis enfermedades, sino que además me ha permitido compartir esos conocimientos en familiares y amigos; lo cual derivó en una enorme sensación de bienestar, incremento de la salud y vitalidad, aumento del desarrollo emocional y mejoramiento de la calidad de vida.

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